El Consejo Europeo extraordinario celebrado el jueves para intentar dar una respuesta a la crisis económica provocada por el coronavirus acabó sin acuerdo y con dos bloques enfrentados: uno encabezado por España e Italia y el otro por Alemania y Holanda. Este sábado, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, se ha posicionado a favor de los primeros.

"Algunos países que ahora se muestran reticentes a tomar medidas , ¿a quién venderán sus tecnologías o sus tulipanes si no hacemos nada para proteger el mercado europeo?", se ha preguntado Sassoli durante una entrevista. "No queremos acabar esta crisis con nuestros países arruinados. Por eso debemos fortalecer la Unión, su mercado interior", ha agregado, y se ha mostrado convencido de que la magnitud de la crisis convencerá a los indecisos.

El escollo entre los Estados miembro gira en torno a los conocidos como coronabonos, similares a los eurobonos que se plantearon y descartaron como solución a la crisis de deuda en la eurozona en 2011. Esa herramienta es rechazada por Alemania, Holanda o Austria por suponer la mutualización de la deuda y sus riesgos entre los socios comunitarios.

Por el contrario, España, Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Irlanda, Grecia, Eslovenia y Luxemburgo reclaman estas emisiones argumentando que la crisis ha sido provocada por una causa externa y afecta a todos los países, lo que no fue el caso en 2008. 

Sánchez exige a Europa una economía de guerra

Ante la falta de acuerdo y tras una reunión muy tensa, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea pidieron al Eurogrupo que en dos semanas presente propuestas, después de que Italia y España se plantasen para reclamar una acción económica europea más decidida.

En su intervención de este sábado, Sassoli ha defendido que "ahora es el momento de dar la batalla junto a la ciudadanía para que Europa salga más fuerte de esta crisis".