¿Qué son las canciones 'en 8D'? El efecto sonoro que te hace 'sentir' la música como si estuviera a tu lado

Para apreciar la música 'en 8D' es necesario ponerse auriculares.
Para apreciar la música 'en 8D' es necesario ponerse auriculares.
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Para apreciar la música 'en 8D' es necesario ponerse auriculares.

Con tanto tiempo libre de tareas externas, parece que la gente se ha lanzado a buscarse quehaceres en Google... y de repente se han vuelto a poner de moda muchas cosas que parecían olvidadas. Es exactamente eso lo que le ha pasado a los temas musicales ‘en 8D’.

Las canciones ‘en 8D’ están siendo tendencia en YouTube y WhatsApp. ¿Que no sabes lo que son? Tranquilo, como tú muchísimas otras personas. Sin embargo, no son nada nuevo: Pink Floyd o Queen ya hicieron sus pinitos en este campo.

Antes de empezar, ponte unos auriculares y escucha el famoso 'Bohemian Rhapsody' de Queen, a ver qué aprecias:

¿Lo has notado? Cuando escuchas una canción ‘en 8D’ con auriculares -obligatorio- parece que ‘se mueva alrededor de tu cabeza y tu cuerpo’, pero no solo eso: realmente, hasta cierto punto, parece que la canción que estamos escuchando está sonando ‘fuera de los auriculares’, en el mundo real, ‘a tu lado’.

Vamos a probar con otro tema, menos famoso, pero que está muy logrado. Cierra los ojos y podrás ‘sentir’ cómo el tema ‘va moviéndose’ a tu alrededor:

¿Puede un sonido en estéreo ‘pulular’ a tu alrededor? Pues sí y no. “El ‘sonido en 8D’ no es otra cosa, en realidad, que audio 3D: una manera de ‘hackear’ los algoritmos de tu cerebro cuya función es detectar de dónde viene un sonido -de delante, de detrás, de la derecha, de la izquierda, de arriba, de abajo-”, explica José Carlos Ondiviela, productor musical con veinte años de experiencia.

Un ejemplo sencillo: cuando un sonido viene de tu izquierda lo percibes más intenso en tu oreja izquierda, y viceversa. Pues con eso juega el audio ‘en 8D’ -que por cierto nadie sabe el porqué del ocho, es como si le hubieran ido añadiendo dimensiones ‘al tuntún’-.

Pero no es que la música ‘venga’ de arriba, de abajo, de la derecha o de la izquierda, es que a esa música le han aplicado un efecto para que a cada auricular ‘le llegue’ de una manera la música, como si estuviera en un sitio concreto. Y tu cerebro se lo cree.

El '8D' es como si estuvieras rodeado de altavoces y cada uno te diera una información diferente de la posición de un objeto concreto.
El '8D' es como si estuvieras rodeado de altavoces y cada uno te diera una información diferente de la posición de un objeto concreto.
Sony 360 Reality Audio

“Es como si estuvieras en una sala rodeado de altavoces y cada uno te diera una información diferente de la posición de un objeto concreto, trata de imitar cómo sonarían las cosas en la naturaleza”, indica el productor musical.

El ‘sonido 8D’ está, pues, “basado en la llegada de una señal a la oreja”. Como decíamos, en realidad es algo tridimensional -no ‘octodimensional’-.

Y esto, ¿para qué es útil? “Pues además de ser un efecto muy impresionante, a nivel musical no tiene mucho más aporte, ya que quien ‘consume’ música es un espectador estático que normalmente lo que quiere es percibirla como un conjunto”, afirma Ondiviela. “Sin embargo, en el mundo de los videojuegos o del cine, por ejemplo, el 8D abre un mundo de posibilidades”, añade.

Zuccarelli con Roger Waters y David Gilmour en los años 70.
Zuccarelli con Roger Waters y David Gilmour en los años 70.
Wikipedia

Orígenes

Es interesante, también, hacer una pequeña mención al origen del llamdo ‘8D’.

Los primeros temas 8D datan de la década de los 80. Sí, de 1980, aunque su desarrollo se debiera más a la casualidad que a la intención. Y no, no son un género musical: según su inventor, el ingeniero químico argentino Hugo Zuccarelli, se trata de un efecto sonoro basado en lo que en física se conoce como ‘sonido holofónico u holofonía’.

Este efecto está basado en cuatro principios físicos: la longitud de onda, el retardo del temporal del sonido, el efecto Haas y el enmascaramiento. De los cuatro principios en los que se fundamenta este efecto de sonido, el efecto Haas es el más relevante: describe cómo actúa el cerebro cuando un sonido proviene de diferentes fuentes.

Para que lo entendamos: el sonido holofónico es un formato de audio que pretende emular la realidad, logrando que las ondas auditivas se manipulen para que parezca que proviene de varios puntos. O así lo procesa el cerebro, al menos.

A pesar de lo innovador de su técnica, Zuccarelli no tuvo éxito comercial, aunque sí tuvo la oportunidad de usarla para grabar el disco ‘The Final Cut’ de Pink Floyd.

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