Iñaki Gabilondo: "El año que viene va a ser el año del divorcio boom y del baby boom"

  • El periodista regresa a Movistar+ con 'Volver para ser otros: El mundo después del coronavirus'.
Iñaki Gabilondo, en una imagen de archivo.
Iñaki Gabilondo, en una imagen de archivo.
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Iñaki Gabilondo, en una imagen de archivo.

Sabemos quiénes fuimos, ahora mismo estamos viendo quiénes somos y sólo queda saber quiénes (y cómo) seremos cuando la crisis del coronavirus pase finalmente. En tratar de vislumbrar eso se ha volcado Iñaki Gabilondo con Volver para ser otros: El mundo después del coronavirus, de Movistar +, un espacio donde el veterano periodista y presentador entrevista a expertos de campos como la economía, las relaciones humanas, las telecomunicaciones, los comportamientos sociales y la salud mundial, para saber qué pasará tras el covid-19

El mundo después del coronavirus, de Movistar + se emitirá en #0 este jueves 26 de marzo a las 22.00 h y después estará disponible bajo demanda. A este especial le seguirán al menos cuatro más que abordarán diferentes aspectos de este tema. 

Cuando todo esto pase, ¿habremos aprendido algo? Pues esa es la pregunta que se formula en el programa, porque entrevistamos a diferentes personas de distintos ámbitos como la sociología, la economía, a psicología... puntos de vista tanto a escala española como global, para ver qué circunstancias pueden llegar y qué cosas pueden cambiar.

¿Y recordaremos o se nos olvidará? Ahora que todos estamos muertos de miedo tenemos la impresión de que vamos a aprender muchas cosas. Algunos piensan que cuando salgamos, si salimos, cuando pase el tiempo se nos olvidará. Yo tengo la impresión de que esto va a dejar algunas huellas inolvidables. Puede que ordenemos nuestra escala de valores, que quede una sociedad diferente. Ya veremos.

¿Los humanos sólo aprendemos a palos? Aprendemos de muchas maneras, pero sólo cambiamos de verdad cuando se producen profundas reflexiones... o si no, a palos, sí. Las grandes sacudidas históricas siempre han producido virajes. No sabemos si este episodio tendrá carácter de gran terremoto o de hecho que pasados los años se olvide. Ante las grandes emergencias y las situaciones límite los seres humanos solemos reordenar nuestra mente.

Lo del confinamiento es algo digno de estudio... El espectáculo que constituimos ahora mismo millones de personas viviendo aislados es casi inédito. No sabemos qué efectos va a producir, sobre todo porque no sabemos cuánto va a durar. Deben estar produciéndose situaciones de una barbaridad absoluta, desde casas que son un infierno donde conviven personas que no se entienden bien o casas en situaciones límite de hacinamiento, o con niños y sin recursos... situaciones de todo tipo. 

¿Dejaremos de tocarnos y besarnos o lo haremos más? Tengo curiosidad por ver si cuando salgamos tendremos muchas ganas de acercarnos a los otros o si habremos incubado una especie de precaución por mantener el espacio con los demás. El año que viene va a ser el año del divorcio boom y del baby boom. Cuando podamos tocarnos creo que habrá una especie de asalto y a la vez esto creará tensiones en muchas relaciones. 

La economía se ha paralizado por completo ¿cómo saldremos de ésta? Hay que ver cómo salimos en el terreno económico. El trance va a ser durísimo. Si salimos como me temo que vamos a salir, después de una situación casi de colapso económico será casi economía de posguerra, de reconstruir un país. Eso va a marcarlo todo.

¿Será una crisis de recuperación rápida? Algunos expertos creen que sí, que lo mismo que se ha desplomado cuando la comience la recuperación será rápida. Pero no está tan claro. Una de las personas con las que hablamos es Ignacio Crespo, matemático español y financiero que compara cómo salimos después de 1987, de 2008 o del crack del 29 y en cada una de esas crisis se salió de formas distintas. Y como esta crisis se parece a todas pero es completamente diferente a las demás no podemos pronosticar. 

Cuando se hablaba del virus hace semanas, ¿hubo alarmismo o videncia? El virus llegó y no se le vio venir, aunque unos lo vieron venir un poco más y otros nada, pero hasta los que mejor lo vieron venir no pudieron ver la proporción de la catástrofe. Y en la misma medida nadie sabe decir cuándo y cómo vamos a salir. No sabemos si estamos en el comienzo del lío, en el medio o al final. Todo eso será muy determinante para medir los estragos. Si en algo coinciden todos los expertos es que todo está sujeto a esa variable, a cuánto dure y nadie lo sabe. 

Y nadie ha dado con la fórmula correcta, ¿no? Hay confusión en el mundo científico y en el político sobre cómo actuar ante los mismos casos y en unos países y otros. Esto es como si te preguntaran ¿cuánto dinero necesitas para el resto de tu vida? Y tú dirías, depende, no sé cuánto es el resto de mi vida. Pues aquí todo dependerá de cuánto nos falte para llegar a ese final. Hemos entrado a un túnel del que saldremos a un lugar completamente diferente.

Es una crisis mundial. ¿Esto es la globalización? Es una de las cuestiones que más se discuten. Unos dicen que la crisis del coronavirus va a poner en cuestión la globalización y que hará que cada uno se refugie en su seno nacional materno, como el que regresa a casa, a un sitio más calentito y familiar. Y otros piensan que esta es la gran confirmación de la globalización. Eudald Carbonell que es uno de los antropólogos directores de Atapuerca va más allá y dice que ésta es una crisis de especie y que debería ser observada de una manera más global que la globalidad misma. Que no es una crisis de una nación, ni siquiera del mundo como espacio, sino de nosotros como especie. 

¿Ha reaccionado el mundo como uno solo? Se nota que hay una especie de regreso a lo nacional, porque no están funcionando los grandes dispositivos supranacionales. No está habiendo coordinación. El G20 ni aparece. La UE da instrucciones un poco aquí y allá y cada país va un poco a lo suyo y haciendo lo que puede.

¿Habrá que pedir responsabilidades políticas? Se pedirán, siempre ocurre. La gente necesita cuando estas cosas ocurren buscar culpables y como la política comete errores y los ha cometido y serios, estas facturas se pasarán y ya veremos qué se puntúa para bien y qué se puntúa para mal.

La historia no perdona... La historia es muy curiosa, porque incluso los líderes en grandes momentos de conflicto, incluso si fueron héroes, acaban pagando factura. Churchil fue el gran héroe de la II Guerra Mundial y cuando ésta acabó perdió las elecciones.

Internet nos ha salvado a muchos, ¿no es así? Imagínate esta crisis sin internet. Esta crisis es la consagración definitiva del mundo tecnológico. Ya vivíamos en él pero ahora ha quedado oficialmente consagrado hasta entre los que no vivían en él. Se ha convertido en nuestra segunda piel para siempre. Una de las precupaciones que hay ahora en el mundo es ver si la estructura digital es capaz de soportar el tráfico que se genera.

¿Habrá más sanidad pública después de esto? El concepto de lo público está fortaleciéndose a ojos vista por parte de todos, ya no hablo de pensamientos políticos. La sociedad entera está asumiendo que este es un asunto preideológico, un elemento de la sociedad que son base. Los servicios públicos son fundamentales y la gente lo está entendiendo ahora más que nunca. Esa idea, que lo público en una sociedad moderna tiene que ser fuerte, está saliendo fortalecida. Un Estado no puede ser fuerte si no tiene un estado social fuerte.

¿Qué deberíamos sacar en claro sí o sí? La importancia de la ciencia. En España en cuanto empezó la crisis en 2008 lo primero que hicimos fue meterle un recorte del 30% a la ciencia. Creo que cuando esto pase entre las nuevas generaciones habrá bastantes vocaciones de médico, de científico... están descubriendo que son los héroes. Espero que se entienda que ahorrar en sanidad es un suicidio y que ahorrar en investigación en ciencia e investigación son también suicidios. Creo que eso se entenderá independientemente de las ideologías. Las sociedades complejas tienen que sumar lo público y lo privado.

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