El Banco de España alerta de una caída del gasto de los hogares "inédita" en décadas por el brote del coronavirus

Reparto de mascarillas en supermercado de Las Navas
Reparto de mascarillas en supermercado de Las Navas
AYUNTAMIENTO DE LUCENA
Reparto de mascarillas en supermercado de Las Navas

El Banco de España tenía previsto publicar este miércoles sus primeras proyecciones macro del año, los típicos cuadros de cómo está creciendo el país, qué empuja el crecimiento, qué salud financiera tiene el sistema y otros augurios para los principales indicadores económicos. Pero el coronavirus lo ha impedido. 

El organismo, en su informe trimestral emitido esta jornada dice que la "elevada incertidumbre provocada por la propagación mundial de la enfermedad" impide hacer cálculos a medio plazo de la economía española. El regulador bancario liderado por Pablo Hernández de Cos sí observa, en cambio, los primeros efectos devastadores en la zona euro, la más afectada actualmente por la expansión del virus: Italia y España ya son los países que cuentan más fallecidos del mundo.

"Las perspectivas económicas se han deteriorado de forma muy brusca e intensa", alerta el informe. El Banco de España acepta como "necesario" el confinamiento de la población para detener el brote, pero alerta de que está afectando negativamente a la economía por la parálisis de la actividad y "principalmente por una profunda retracción del gasto de familias y empresas, en un contexto de aumento de la incertidumbre, hasta niveles probablemente inéditos en décadas". 

Nos enfrentamos a una perturbación muy profunda, con una incertidumbre elevada sobre su magnitud y transitoriedad

El organismo observa un impacto muy pronunciado sobre el gasto en bienes de consumo de los hogares. Y no solo desde que empezó el confinamiento -algo más obvio porque los ciudadanos no pueden salir a gastar a la calle- sino también en días anteriores. "Un indicador de búsquedas en Internet relacionadas con el gasto en bienes de consumo muestra un fuerte descenso desde los días previos a la declaración del estado de alarma", dice el informe sobre una tendencia a la retracción de consumo por el miedo anticipado a la pandemia.

Descarrilamiento de la economía mundial

¿Cuánto está afectando? ¿Y hasta cuándo afectará? Son las dos preguntas que no puede contestar el Banco de España. "Resulta patente que la economía del área del euro se enfrenta a una perturbación muy profunda, con un grado de incertidumbre elevado acerca de la magnitud y su grado de transitoriedad", dice.

Por eso esta vez no realiza sus habituales proyecciones. Este primer trimestre de 2020 estaba mostrando una estabilización del crecimiento, una recuperación de la industria, una luz al final del túnel del Brexit y de la guerra arancelaria entre China y EE UU... pero todo eso se ha ido al garete por la pandemia del Covid-19.  "Ha descarrilado de modo abrupto en apenas un mes la evolución de la economía mundial", lamenta el Banco de España.

El organismo prevé ahora un impacto "muy pronunciado" en la actividad económica y en el empleo. Augura "caídas severas" del PIB este año y un desplome de la inflación (sobre todo por el abaratamiento del petróleo) que tanto le había costado a Mario Draghi acercar al 2% como barómetro de salud. Algunos sectores lo pagarán más que otros: "Los efectos son pronunciados en turismo, transporte y ocio, con una suspensión casi completa de hostelería y comercio minorista", analiza el informe.

Algo preocupante en el caso de España donde el turismo aporta por sí solo un 12% del PIB y un 13% del empleo al país. Y no es el único golpe a la economía española. "También ha cesado la producción en la industria automovilística por el parón de la demanda y la interrupción de las cadenas de suministro", añade sobre una industria que aporta otros 10% al país y que ahora sufre un dominó de ERTE en las fábricas repartidas por Valencia (Ford), Vigo (Peugeot), Navarra (Volkswagen), Barcelona (Nissan), Madrid (Iveco) o Valladolid (Renault).

¿Hasta cuándo?

El Gobierno espera poder suavizar el Estado de Alarma llegada la última fecha de la prórroga, el 11 de abril. Pero no deja de ser una conjetura. "Resulta difícil prever el ritmo al que las medidas serán exitosas para detener la propagación de la epidemia, depende de factores exógenos, como la probable disminución de la capacidad de infección del virus una vez llegada la estación festival", dice el Banco de España que alerta de la "incertidumbre" de la duración de la crisis.

La esperanza del regulador es que si el confinamiento de la población española y la parálisis de la actividad económica funciona igual de bien que en China, "los efectos negativos deberían ser predominantemente transitorios".

Todo dependerá, dice el informe, de dos factores: uno, la rapidez con la que se contenga el brote y dos, las medidas que las insitituciones tomen para luchar contra él. "El impacto y duración dependerá crucialmente de la efectividad de las medidas puestas en marcha por las distintas autoridades económicas". Y aquí vuelve a apretar a los estados miembro de la UE para que sean más atrevidos con la política fiscal. Es decir, más gasto público y más dinero en el bolsillo de los contribuyentes.

"Esa debe ser la primera línea de defensa para evitar la persistencia de los efectos económicos", insiste el Banco de España. El organismo aprecia que se tomen medidas contra el daño que la pandemia está produciendo a la renta de los ciudadanos -como la moratoria de hipotecas o los avales a pymes- pero exige más ambición en Bruselas. "La actual crisis sanitaria desborda las fronteras nacionales, es un reto común a todos los países del área del euro y del conjunto de Europa", dice el regulador bancario, que insiste en pedir los famosos "coronabonos" así como desplegar "un fondo de desempleo europeo".

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