El Covid-19 sobrevivió durante 17 días a bordo del crucero Diamond Princess, mucho más de lo que habían arrojado investigaciones previas, según un estudio publicado este lunes por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) estadounidense y recogido por CNBC.
El estudio examinó los esfuerzos de los gobiernos japonés y estadounidense para controlar los brotes de coronavirus que se produjeron en los cruceros Diamond Princess y Grand Princess en Japón y California, respectivamente. Los pasajeros y la tripulación de ambos barcos fueron puestos en cuarentena a bordo después de que pasajeros previos sin síntomas dieran resultado positivo en los test.
"El Covid-19 en los cruceros supone un riesgo de expansión rápida de la enfermedad, provocando brotes en una población vulnerable, y esfuerzos agresivos se requieren para contener el contagio", señala el CDC, reiterando la recomendación de que las poblaciones vulnerables eviten los cruceros durante la pandemia.
Investigaciones previas, incluyendo algunas del CDC, habían encontrado que el coronavirus puede sobrevivir al menos tres días en plástico y acero inoxidable, así como que la cantidad del virus desciende con el tiempo.
El nuevo estudio buscaba determinar como se produjo la transmisión en múltiples cruceros, y apunta que, a 17 de marzo, ya había al menos 25 cruceros con casos confirmados, detectados durante el viaje o después de que finalizase.
Casi la mitad de las infecciones del Diamond Princess eran asintomáticas cuando se detectaron, lo que podría en parte explicar la alta tasa de contagio entre los pasajeros y la tripulación.
Este crucero, junto con sus 3.700 pasajeros, fue puesto en cuarentena en el puerto de Yokohama después de que un pasajero diera positivo en coronavirus a su regreso a Hong Kong. En ese momento, el crucero llegó a convertirse en el mayor grupo de casos fuera de China, con más de 800 infectados.
El gobierno japonés y los de otras naciones evacuaron a sus ciudadanos, a pesar de lo cual nueve personas murieron.
El otro crucero, el Grand Princess, fue forzado a amarrar cerca de la costa de california después de que dos personas que habían desembarcado dieran positivo. Hasta 78 casos fueron relacionados posteriormente con el barco en dos viajes diferentes. Tras unos pocos días, fue trasladado al puerto de Oakland, donde se desembarcó a los pasajeros y se les puso en cuarentena.
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