Según la información facilitada por la patronal de sector Femetal a Europa Press, estas empresas tienen muchos trabajos de montaje e instalación de equipamiento industriales que requieran trabajadores en otros países por un tiempo limitado, los llamados expatriados.
En algunos casos, ya han sido repatriados, y en los que no ha sido posible se les recomienda que se adapten a las*exigencias sanitarias y laborales de cada país, según Femetal. Otra cosa es países como Chile, que ha decretado el Estado de Catástrofe por 90 días, donde la mayoría de los trabajadores han retornado a España.
No obstante, la mayoría de estos trabajadores expatriados con obras a medio y largo plazo se están quedando en los países donde trabajan, aunque la actividad esté paralizada, porque*su repatriación a España no garantizaría que pudieran volver en los tiempos y formas que los trabajos requieran.*
Sobre esta cuestión, el socio responsable del área laboral de Llana Consultores, Luis Antuña, también ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que tres de sus clientes, empresas vinculadas a montajes, tienen proyectos en países árabes y en Europa; en Francia e Italia. En el caso de Italia, se decidió la vuelta del trabajador, mientras que los de Francia continúan ahí.
Según él, si hay trabajo fuera, se ha optado, mayoritariamente, por mantener a los empleados fuera y no han aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para esos trabajadores, que siguen prestando sus servicios, aunque con las limitaciones de cada país marcadas a causa del coronavirus.
FRONTERAS CERRADAS
Además, estos trabajadores no pueden volver aunque sea para breves estancias vacacionales en España, como suele hacerse cada cierto tiempo, por un lado por el cierre de fronteras como consecuencia del coronavirus, pero también porque los vuelos están practicamente restringidos o anulados. Antuña ha apuntado que la empresa está habilitando estancias en el país que prestan servicios.
En principio, el único problema con el cierre de hoteles se da en España, según Antuña, cuya consultoría tiene como clientes también a establecimientos hoteleros y hosteleros.
De los primeros, ha apuntado que estos establecimientos hoteleros tienen sus instalaciones vacías de clientes desde hace más de 15 días y, a partir del Estado de Alarma, al estar vinculados también a la actividad de hostelería, tienen muchos de ellos cerradas sus instalaciones.
Los empresarios vinculados al sector de la hostelería o el comercio, obligados a cerrar por el Estado de Alarma, "van de cabeza a los ERTE fuerza mayor", ha apuntado.
Respecto al resto de empresas, ha indicado que están estudiando una planificación más detenida de qué hacer después de esta situación, ya que están aprovechando para planificar sus estructuras de personal y cuál es la mejor forma de utilizarlas.
A su juicio, de aquí a seis meses, que se prevé aproximadamente el arranque, cada una tiene que tomarse sus tiempos de cara al personal. Ha incidido, asimismo, en que las empresas, a partir de 10 o 15 trabajadores, están optando por expedientes de regulación de empleo por causas productivas, ya que de estas se deriva una causa económica, al no tener ingresos. Se estaría ante una causa objetiva.
ERTE POR FUERZA MAYOR
Ha aclarado, asimismo, que la fuerza de causa mayor en el caso de los ERTE ya estaba regulada antes en caso de catástrofe. Ahora, por la situación del coronavirus, se ha vinculado a una causa de fuerza mayor.
Es más, ha opinado que todas las empresas, si se hace un análisis general, van a estar afectadas por el coronavirus, porque a todas les están afectando las medidas restrictivas de desplazamientos, los problemas de ruptura de stocks en las cadenas de distribución, el retraso en los aprovisionamientos debido a las dificultades en el transporte y el desplazamiento de las personas.
Ha advertido, asimismo, de situaciones paralelas a los casos de fuerza mayor. Es decir, si los establecimientos hosteleros están cerrados por ley, y se considera fuerza mayor, los que venden a estos locales se verán también afectados, como pueda ser una distribuidora de vino que, según Antuña, deberían poder acogerse a esta causa de fuerza mayor..
De acuerdo al decreto del Gobierno, habrá ayudas al pago de las cotizaciones y salarios de los empleados, que van al paro pero no se les despide. El decreto tiene un plazo de un mes de vigencia, que puede ser prorrogado y a los empleados no se les puede despedir en un plazo de seis meses.
Otros empresarios, a los que la crisis les afecta, van a pactar con sus trabajadores un ERTE por causas productivas, económicas y organizativas, porque ya están pensando a más largo plazo. "Nada va a ser lo mismo después de este es", ha augurado Antuña.
"Los autónomos son los grandes perjudicados de esta crisis", ha alertado, antes de señalar que ahora parece ser que no va a ser necesario cesar la actividad, sino que se trata solo de tener cerrado el negocio, con lo que deberían solicitarlo.
Con todo, ha incidido en que la mayoría de empresarios que representan en Llana Consultores están acudiendo a esta vía de fuerza mayor, a lo que ha dejado claro que "nadie" está pensando en extinguir contratos, salvo los ya previstos de fin de obra.
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