Del 31 de enero hasta hoy: así ha contagiado a España el coronavirus

Dos personas, con mascarillas en el centro de Madrid.
Dos personas, con mascarillas en el centro de Madrid.
Kiko Huesca / EFE
Dos personas, con mascarillas en el centro de Madrid.

La pandemia de coronavirus ha llevado a situaciones excepcionales a un buen número de países, entre ellos España, que han tenido que tomar medidas sin precedentes para hacer frente al número de contagios. Cierre de colegios y universidades, cancelaciones de eventos, confinamiento, cuarentenas, cancelaciones de vuelos... Lo cierto es que el virus ha transformado radicalmente la vida de los españoles.

Y sin embargo, hace poco más de cuatro meses el virus ni siquiera se conocía. Se detectó por primera vez el 1 de diciembre de 2019, en un pequeño grupo de personas vinculadas al 'wet market' (mercado de alimentos y animales) de la ciudad de Wuhan, en China. El periodo comprendido entre esa fecha y el momento actual es un testimonio de la sorprendente velocidad con la que un virus puede extenderse por el mundo y poner en jaque a sociedades enteras.

¿Cuando comenzó el brote en España?

El 31 de enero se detectó el primer caso de Covid-19 en España. Se trató de un turista alemán en La Gomera que había estado previamente en China, por lo que se consideró un caso importado. El paciente fue aislado en el hospital de aquella isla.

Diez días más tarde, el 9 de febrero, se confirmó en Palma de Mallorca un segundo caso, también importado, en un turista británico que al parecer lo había contraído previamente en Francia.

Con todo, el boom de detección de casos vino propiciado por la epidemia que se desató en Italia. Este fue el origen de los casos que se detectaron en Tenerife (y que llevaron la cuarentena del hotel Costa Adeje Palace) Cataluña, Madrid y Valencia el 24 de febrero, fecha que marcó el comienzo de la transmisión local del virus y el aumento indiscriminado de casos.

Aun así, el virus dio el salto a la península antes de esa fecha sin ser detectado: según desvelaron las autoridades sanitarias de la Comunidad Valenciana el 4 de marzo, un hombre de 69 años que había viajado a Nepal había fallecido el 13 de febrero de una neumonía de origen desconocido que fue identificada como el virus en una prueba post-mortem (lo que lo convertía en el primer muerto documentado por Covid-19 en toda Europa).

¿Cómo se llegó hasta el estado de alarma?

En los días siguientes se fue detectando un número cada vez mayor de casos. Inicialmente, la mayoría eran procedentes de Italia y los contagios locales se debían al contagio con otros pacientes identificados. El 28 de febrero, no obstante se encontraron dos casos de origen desconocido en Madrid y Andalucía.

Para el 1 de marzo, ya se habían diagnosticado 83 casos, de los cuales 81 seguían activos, en toda España. El 8 de marzo, día en que se celebraron la multitudinaria manifestación por el Día de la Mujer Trabajadora y el evento masivo de Vox en el Palacio de Vistalegre, la cifra había crecido hasta los 589 contagios y 13 muertos. Al día siguiente, la cifra de contagios se había doblado en todo el territorio y alcanzaba los 1.231.

El día 10, la curva de crecimiento de la epidemia en España se situó por encima de la italiana, convirtiendo a España en el país europeo en el que la epidemia crecía a mayor ritmo.

En ese momento, las comunidades autónomas habían empezado a tomar distintas medidas en función de sus situaciones particulares. Así, la Comunidad Autónoma de Madrid decretó el día 9 de marzo el cierre de todos los niveles educativos por u periodo de 15 días, animando a la realización de clases online cuando fuera posible. Ese mismo día, el Gobierno Vasco decretó la misma medida para el municipio de Vitoria-Gasteiz.

Al día siguiente, el Gobierno ordenó la cancelación de todos los vuelos desde Italia a España, y La Rioja, que detectó un brote en la localidad de Haro, siguió a la Comunidad de Madrid y cerró los centros educativos; el 12 de marzo, Aragón decidió la misma medida y la Universidad de Castilla-La Mancha decidió igualmente cerrar a partir del día 16 de marzo.

Finalmente, el viernes 13 de marzo el Gobierno, a través de un comunicado institucional, anunció el estado de alarma por segunda vez en la historia de la democracia española. Se trata de un mecanismo legal previsto en la constitución que faculta al Ejecutivo para tomar medidas excepcionales y que debe ser refrendado por el Congreso de los Diputados en un plazo de 15 días. En ese momento, los casos habían crecido hasta superar los 4.200 y 120 personas habían muerto por la enfermedad.

¿Qué implica el estado de Alarma?

El decreto del estado de alarma, que entró en vigor a partir del sábado 14 de marzo, establecía una serie de medidas de emergencia que incluían la posibilidad de que las instituciones pudieran, de forma motivada, celebrar reuniones y aprobar actas a través de medios telemáticos (medida decidida después de que dos miembros del Gobierno, las ministras Irene Montero y Carolina Darias, fueran diagnosticadas con el virus), así como severas restricciones al movimiento de personas, que únicamente podrían salir de sus domicilios para comprar bienes de primera necesidad, acudir a su puesto de trabajo, cuidar a personas mayores, menores o en situación de vulnerabilidad y otros motivos justificados o de fuerza mayor. Paralelamente, se cerraban los canales físicos de venta al por menor que no fueran de productos de primera necesidad. Según los datos de Sanidad, ese día había ya 6.332 casos de coronavirus en todo el país.

El estado de alarma también establecía al Gobierno como autoridad competente frente a las habituales competencias de los gobiernos regionales, que quedaban supeditadas a la autoridad central. Los detalles se irían ultimando en los siguientes días, cuando por ejemplo el 15 de marzo el Gobierno rectificó y ordenó también el cierre de las peluquerías, a las que inicialmente se permitía continuar con su actividad.

La excepcional medida propició también que un buen número de empresas adoptara medios telemáticos para que sus empleados pudieran teletrabajar sin salir de sus domicilios. Igualmente, muchas personas audieron a los supermercados y otros comercios a comprar masivamente alimentos y otros bienes básicos, produciendo dificultades en algunos de ellos para reponer los bienes, aunque no de desabastecimiento.

Finalmente, este decreto ha permitido la movilización de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para garantizar las medidas de confinamiento, así como para asistir al personal sociosanitario en labores como las orientadas a proteger a las personas sin hogar y colectivos vulnerables.

¿Qué restricciones se han impuesto a los viajes internacionales?

A medida que la epidemia avanzaba, numerosos países fueron tomando distintas medidas que restringían la entrada de viajeros desde España, mientras, numerosas aerolíneas cancelaban los vuelos con origen o destino en España.

A día 19 de marzo, más de 90 países habían restringido seriamente la entrada de viajeros procedentes de España, incluyendo Arabia Saudí, Argentina, Austria, Canadá, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Finlandia, Grecia, India, Israel, Japón, Marruecos, Portugal, Rusia, Singapur, y Turquía. Además, otros como Australia, China o Nueva Zelanda obligaban a estas personas a someterse a cuarentenas obligatorias a su llegada.

Por su parte, el ministerio de Interior decidió el día 15 de marzo el cierre de las fronteras españolas, permitiendo únicamente la entrada de ciudadanos españoles y de aquellos que justifiquen causas de fuerza mayor o situaciones de necesidad. Este cierre, no obstante, no afecta al transporte de mercancías, con el objetivo de garantizar el suministro, ni al personal diplomático. Incluso, el 17 de marzo, el Gobierno cerró las conexiones aéreas y marítimas con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, excepto para el transporte de mercancías y ciertos supuestos médicos debidamente acreditados y justificados. Una medida similar se tomó el 19 de marzo respecto de Canarias y Baleares.

¿Cuál es el coste económico?

Las consecuencias económicas de la epidemia comenzaron a vislumbrarse, a nivel internacional, antes de que el brote golpease con dureza a España, especialmente en las caídas que registraron numerosas bolsas internacionales, la cancelación de eventos masivos o las caídas en los precios del petróleo por el descenso en picado de la demanda china, que se tradujeron en el comienzo de una guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudí en este mercado.

Así, por ejemplo, el 12 de marzo se canceló definitivamente el Mobile World Congress 2020, que iba a celebrarse en Barcelona. Este cierre de eventos ha afectado también a un buen número de competiciones deportivas, como los partidos de la Liga de Fútbol, ferias y congresos.

Por otra parte, el batacazo en las bolsas mundiales provocó descensos cercanos al 10% en la bolsa de Nueva York, lo que ha hecho despertar el miedo entre los expertos a que la epidemia pueda desencadenar una crisis global similar a la de 2008, si bien muchos encuentran esperanzadora la recuperación que está viviendo el sector chino una vez que el brote empezó a remitir en el gigante asiático.

En España, el Ibex 35 ha ido encadenando caídas desde el comienzo de la crisis, algunas superiores al 14% (lo que las sitúa entre las más violentas de la historia) y llegó a tocar un suelo de 6.107 puntos, si bien en los últimos días ha logrado una leve recuperación hasta los 6.395 puntos este jueves. En total, el índice acumula una pérdida de 3.687,8 puntos, desde los 10.083 puntos que marcaba el 19 de febrero hasta el valor actual.

La situación además supone un duro golpe para el empleo español. Si bien es imposible calcular aún el balance de daños, un buen número de trabajadores han sido ya sometidos a ERTES, y multitud de empresas han anunciado que los aplicarán en los próximos días.

¿Qué medidas económicas y sociales se han tomado?

El Gobierno español aprobó el 17 de marzo un plan de choque con medidas para paliar los daños económicos y sociales. Por este plan, se anunciaba la movilización de unos 200.000 millones de euros, casi un 20% del PIB español y la mayor cantidad desde el comienzo de la democracia.

El plan incluye medidas como moratorias hipotecarias, pago de suministros básicos a colectivos vulnerables, prórroga del bono social, creación de un fondo de 600 millones de euros destinado a la atención a personas mayores, sin hogar y dependientes, flexibilización del gasto municipal, autorización de ERTES por fuerza mayor, cobro del paro en caso de ERTE, prórroga de las prestaciones por desempleo, dotaciones a las empresas para facilitar la implantación del teletrabajo o la interrupción del cómputo de plazo para la devolución de productos por parte del consumidor.

¿Y para frenar el contagio y atender a los enfermos?

En la lucha contra el virus, el ejecutivo ha reforzado el sistema sanitario con la compra de abundante material de protección como mascarillas o guantes, a las que se suman las donaciones procedentes en su mayoría de China así como con la puesta de los centros privados a disposición de las autoridades públicas y el establecimiento de hospitales de campaña y hoteles medicalizados. Además, se han comprado test rápidos de detección para mejorar la capacidad de diagnóstico, lo que podría provocar un pico en la detección de casos en los próximos días.

Adicionalmente, se han comenzado trámites para movilizar a personal sanitario residente, jubilado y estudiantes de último año como apoyo a la crisis. 

Se ha prohibido, así mismo, que los familiares visiten a los enfermos, junto a la celebración de velatorios o funerales.

También se ha reducido notablemente el servicio de transporte público, y algunas ciudades han suspendido el cobro de estacionamientos para que quienes tienen que desplazarse por las causas contempladas bajo el estado de alarma lo hagan en sus coches y eviten aglomeraciones. Paralelamente, las FCSE están imponiendo sanciones a los ciudadanos que incumplan los términos del confinamiento e incluso deteniendo a quienes se resisten a seguir estas normas.

¿Qué perspectivas hay?

La pandemia ha continuado creciendo hasta alcanzar en España, según los datos oficiales del medio día del viernes 20 de marzo, los 19.980 contagios, 17.390 de ellos activos, y los 1.002 muertos. Las autoridades prevén que esta cifra siga creciendo y se alcance un pico máximo en los próximos días.

Además, se han dado brotes preocupantes en algunas residencias de ancianos, con alta mortalidad, lo que ha motivado que se movilice a las FCSE para desinfectar estos centros. No obstante, algunos expertos han opinado que la causa de este fenómeno es el protocolo según el cual se aísla en la propia residencia a los casos positivos que se den.

La mortalidad en España por el coronavirus se situaba este jueves en el 4,5%, por debajo de la italiana (8,3%) y la iraní (6,5%), pero muy por encima de vecinos europeos como Alemania (0,2%) o  Francia (1,6%). Cabe señalar no obstante que hay muchos factores que determinan la mortalidad detectada, como el número de test que se realizan.

Al mismo tiempo, organismos como la OCDE o el FMI alertan de un futuro incierto, con un receso de la economía global difícil de cuantificar. Al respecto, el Ejecutivo español ha anunciado unos "presupuestos de reconstrucción" al finalizar la crisis, aunque los datos de las bolsas españolas proyectan la sombra de una crisis como la de 2008 sobre la economía española.

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