La enésima "jugarreta" de los micrófonos abiertos tuvo como protagonista a Mariano Rajoy, líder del PP. Cuando, pensando que sólo Javier Arenas le escuchaba, afirmó "mañana tengo el coñazo del desfile" refiriéndose a los actos de la fiesta nacional que tuvieron lugar este domingo en Madrid.

No es la primera vez que a Rajoy le ocurre algo así. En 2002, durante una rueda de prensa en La Moncloa se le oyó decir "este tío es tonto del culo" sobre un periodista.

Pero el líder popular no es el único que cae en las trampas de la tecnología. Su rival y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero durante una entrevista concedida a las Noticias de Cuatro en febrero de este año aseguró, mientras creía que los micrófonos no funcionaban, que les "convenía la tensión".

Zapatero ya protagonizó otro gazapo cuando, en septiembre de 2003, siendo líder de la oposición, confundió dos términos económicos. Jordi Sevilla le corrigió: "Se te nota todavía inseguro... lo que tú necesitas saber para esto... son dos tardes".

De presidente a ex presidente y turno de un conocido gazapo a nivel internacional de José María Aznar. Al terminar su intervención ante el Parlamento Europeo en marzo de 2002, se le escuchó decir: "vaya coñazo que he soltao".

También de "ámbito internacional" fue el comentario del actual presidente del Congreso José Bono que nadie, salvo su interlocutor , Joaquín Almunia debía haber oído. Siendo presidente de Castilla La Mancha en 2004, se le pudo escuchar esta opinión sobre el por entonces primer ministro británico a su compañero de partido: "Nuestro compañero Blair es un gilipollas integral".

Los políticos extranjeros también caen

No es únicamente propio de políticos españoles errar ante un micrófono supuestamente apagado. El presidente de los EE UU, George W. Bush es un auténtico especialista del gazapo. En su primera campaña electoral a la Casa Blanca, antes de iniciar un discurso, se le escuchó describir a un periodista del New York Times como un "imbécil de las grandes ligas".

En julio de 2006, otro micrófono "bromista" captó una conversación entre Bush y Tony Blair en el que sobre la situación de Oriente Medio Bush afirmaba que "lo que tiene que hacer Siria es que le diga a Hezbollá que pare toda esta mierda". Afortunadamente, Blair se percató de que el micro estaba abierto.

Pero quizá uno de los gazapos menos afortunados lo tuvo el ex presidente norteamericano Ronald Reagan en 1984, cuando la Guerra Fría no había acabado. Millones de personas escucharon oír al presidente a través de la Voz de América lo siguiente: "Me complace comunicarles que acabo de firmar una ley que proscribe a Rusia para siempre -el bombardeo empezará en 5 minutos." El mandatario creía que estaba haciendo una prueba de sonido.