Se pueden llamar fan, pero olvidan que la palabra proviene de fanático. Y tienen más de lo segundo que de lo primero, sobre todo si es que llegan al punto de la joven que irrumpió el pasado domingo en la casa que Jennifer Lawrence posee en Los Ángeles y que parece ser que la propia actriz se vio obligada a enfrentar.

Jennifer Lawrence se ha casado con Cooke Maroney en una isla privada

Y eso que en EE UU aún no hay cuarentena por el coronavirus, pero la intérprete de 29 años y su recién marido Cooke Maroney estaban tranquilamente en su hogar californiano cuando vieron a una desconocida en el jardín y, como es obvio, quedaron tan sorprendidos como a la defensiva.

Más que nada porque la chica, sin identificar y de 23 años, había entrado por la puerta principal en un momento en el que no había sido cerrada con llave con la única intención de conocer a su estrella de cine favorita, protagonista de éxitos como la saga Los juegos del hambre o El lado bueno de las cosas.

Quizá la acosadora pensase en aquel capítulo de Los Simpson en el que Homer se hace amigo de Alec Baldwin y Kim Basinger, pero lo cierto es que, cualesquiera de las versiones de lo sucedido que se lean -porque tienen ligeras variaciones-, difieren bastante en cómo se sucedió la trama de esta "fan".

Multitud de medios aseguran que fueron los guardaespaldas que la ganadora de Oscar tiene contratados para su residencia en Beverly Hills los que lograron detenerla y aprehenderla antes de que consiguiese llegar hasta Lawrence. y sin embargo otros, como Page Six, dan una idea distinta de lo acontecido.

Citando a fuentes cercanas a la intérprete, que se lo habría contado, la acosadora habría llegado a ponerse cara a cara con la actriz de madre! o La gran estafa americana y habría sido ella, junto a su marido, quienes habrían logrado reducirla temporalmente hasta que llegase la seguridad.

No sería hasta poco después -el delito sucedió alrededor de las 21.15h según el portal TMZ- que ya llegó la policía a la casa de la pareja (una mansión de alrededor de 8 millones de dólares) y se llevaría apresada a la joven acusada de un delito de allanamiento de morada.

Lo increíble es que no es la primera vez que Jennifer Lawrence tiene que lidiar con el acoso de ciertos fanáticos: ya lo ha hecho en su Kentucky natal, donde suele pasar las vacaciones navideñas, e incluso estrechó lazos con una de sus mejores amigas de la industria, Emma Stone, porque a ambas recibían mensajes perturbadores de la misma persona.