Los regantes andaluces están en pie de guerra y muy pendientes de cómo quedará finalmente redactado el Acuerdo Andaluz por el Agua que actualmente se encuentra en fase de borrador.

Dicho documento concede a las delegaciones provinciales de Agricultura y Medio Ambiente la potestad para asignar las cuotas de agua en la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir, según el secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), Pedro Parias.

Según él, este modelo de gestión generará tensiones entre regantes de Jaén, Córdoba y Sevilla «porque cada uno dará concesiones en función de sus necesidades» lo que, según el representante de Feragua, perjudicará sobre todo a los sevillanos que «están en la cola de la cuenca».

Por ello, alerta del «peligro que supone» este modelo porque «altera el principio de unidad de cuenca» vigente actualmente.

La polémica se encuentra en el punto siete del borrador en el que se plantea una «nueva administración andaluza del agua» basada «en las delegaciones provinciales como referentes de proximidad entre el administrado y la administración».

Por su parte, el presidente de la Agencia Andaluza del Agua , Jaime Palop, reitera que «siempre se ha defendido el principio de la unidad de cuenca» y añade que este principio se mantiene en el plan hidrológico, las obras de interés general del Estado y el órgano de coordinación de la cuenca».

Sin dinero para infraestructuras

Para Palop, el traspaso de las cuencas a la Junta a primeros de 2009 supone «cercanía» con los usuarios del agua, que tendrán una administración «cercana en su propia ciudad que gestionará los temas ordinarios en materia de aguas».

El borrador del Acuerdo Andaluz por el Agua dedica un punto al régimen económico y financiero y deja claro que el modelo actual es «claramente insuficiente» para hacer frente a la modernización de las infraestructuras hídricas. Por ello, propone un nuevo programa de financiación donde se recoge la implantación de un canon para utilizar las aguas subterráneas.