En un comunicado, el secretario del Colegio cántabro, José Ramón Pallás, ha señalado que los datos sobre agresiones en Cantabria solo son "la punta del iceberg" y ha reiterado que los profesionales deben denunciar y comunicar al Colegio la situación, ya que éste dispone de una asesoría especializada y se trata de un problema "muy grave".

Por otro lado, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha elaborado un manifiesto contra las agresiones a profesionales con motivo de este Día Europeo, pero siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre el coronavirus, se aplaza la presentación de los datos de las agresiones que han sufrido los médicos en el ejercicio de su profesión en 2019.

El CGCOM puso en marcha en 2010 el Observatorio contra las Agresiones en el ámbito sanitario, que vino a coordinar el "importante papel" que los colegios de Médicos venían desarrollando en su ámbito de competencia para "sumar esfuerzos, visibilizar el problema" y "concienciar a administraciones públicas, ciudadanos y pacientes de que la agresión nunca puede justificarse en ninguna circunstancia".

Desde entonces, según ha recordado el Colegio, se ha conseguido "mucho", como la modificación del Código Penal en la consideración de autoridad sanitaria al médico que ejerce en el servicio público (aún queda la actividad concertada y privada), la aparición del Interlocutor Policial Nacional contra las agresiones, y mayor concienciación de las consejerías y los profesionales sanitarios a la hora de denunciar las agresiones.

Además, y a petición del Consejo General, la Confederación de Ordenes Médicas Europeas ha declarado el día 12 de marzo como Día Europeo contra las agresiones a médicos y profesionales sanitarios, y a ella se han sumado todas las organizaciones médicas europeas.

Con motivo de esta celebración, el Colegio ha señalado que la irrupción de la violencia en el escenario sanitario, en cualquiera de sus manifestaciones, agresiones físicas, insultos y amenazas, "es una lacra de indudable repercusión social" que afecta a la actividad sanitaria, a la relación de confianza entre el sanitario y el paciente, a la salud del personal agredido y a la calidad asistencial.

Añade que aunque se va "avanzando" en la mejora del seguimiento y tratamiento de estas situaciones, desde el Consejo siguen solicitando reforzar las medidas preventivas; continuar con las campañas de concienciación sobre estas agresiones y sus consecuencias; y desarrollar programas formativos específicos para afrontar estas situaciones.

También reclaman campañas sanitarias de respeto a los profesionales y cuidado y utilización responsable de los servicios sanitarios por parte de las administraciones; incrementar las medidas de seguridad en los centros; conseguir la misma consideración jurídica para el delito de las agresiones tanto en el ámbito público como en el concertado y privado; y lograr la unificación de los criterios empleados en las sentencias judiciales y que los procedimientos judiciales sean "rápidos, expeditivos y ejemplarizantes".

Por último, se solicita potenciar los acuerdos y la comunicación con las administraciones sanitarias, Fiscalías y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para el abordaje integral de las agresiones; y la creación de un Plan Nacional contra las Agresiones a Sanitarios, en la que participen todos los implicados.