"Hoy no voy a ir a casa a comer; me tomaré un sandwich en el trabajo". Es una frase muy habitual entre las mujeres vascas, sobre todo entre las más jóvenes.

De hecho, según el estudio Hábitos de alimentación de la mujer trabajadora, elaborado por Campofrío, las trabajadoras vascas no llevan una vida precisamente saludable: Comen en menos de media hora, practican poco deporte y se sienten estresadas.

Según el informe, las jóvenes de entre 24 y 35 años son las menos proclives a consumir productos cardiosaludables, como frutas, verduras o aceite de oliva. Además, comen más bollería industrial que en el resto de las regiones y menos productos sin sal.

El estudio revela que la mayoría de las mujeres se sienten estresadas por el conjunto de exigencias laborales y familiares que deben afrontar. Sus síntomas más comunes que sufren son tensión muscular, especialmente en la espalda, dolor de cabeza y la sensación de no haber descansado tras despertarse.

Además, para empeorar las cosas, las trabajadoras vascas apenas realizan deporte, en especial las que trabajan a jornada completa. Seis de cada diez no acuden nunca al gimnasio ni realiza ningún otro deporte.

En el caso de las que sí lo practican, pasear y subir escaleras son los más recurrentes, aunque destacan el ciclismo y la natación, más habitual que en otras comunidades.

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