La Expo registró un total de 8.869 reclamaciones y sugerencias durante los tres meses que permaneció abierta. Según un informe de la Dirección General de Consumo de la DGA, sólo el 0,15 % de los visitantes formularon quejas o sugerencias.

Los motivos de queja más frecuentes son las cuestiones relacionadas con los accesos a los pabellones más visitados, los problemas derivados del fast pass y conflictos con entradas por errores de lecturas de códigos y sistemas de reentradas.

Alrededor de un 2% de las personas que reclamaron son de procedencia extranjera. Los más activos fueron los franceses, portugueses e italianos. Respecto a los usuarios nacionales, el 90% de las reclamaciones provino de gente de Zaragoza.

Consumo destaca la rapidez con que la muestra modificó aspectos que causaban insatisfacción en los visitantes. Entre otras cuestiones cita la información sobre el sistema de recogida de los vasos Fluvi, el incremento de las fuentes de agua, la ampliación del horario de algunos pabellones o la modificación de las tarifas de aparcamiento en horario nocturno.

La Dirección General de Consumo también apunta que los organizadores de la Expo buscaron una solución para cada reclamación planteada.

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