Protestaron por lo que consideran una vergüenza: la semana de 65 horas que quiere implantar la UE, la explotación infantil, la discriminación, la siniestralidad o los contratos inexistentes. Éste es el objetivo del Día Mundial por un Trabajo Digno, que se celebró ayer en 155 países y logró unir a los sindicatos.

También hubo paros en el aeropuerto del Prat, el metro barcelonés, los ayuntamientos de Manresa, Sabadell o Terrassa, en Repsol, en Himmel de Capellades, en TV3, en Catalunya Ràdio, en el Consell Comarcal de Osona o en Bosch de Lliçà de Munt.

Coincidiendo con esta jornada reivindicativa, la consellera de Treball, Mar Serna, informó de que 150 orientadores laborales ya están ayudando a buscar un empleo a los parados en 70 oficinas. Calcula que unos 150.000 desocupados se beneficiarán de este servicio cada año, una cifra que supone la mitad de las personas en paro en Catalunya.

Además, Serna reconoció que es «previsible» que en las próximas semanas se presenten nuevos ERE por parte de empresas del sector auxiliar de la automoción, como ya ha ocurrido con Esteban Ikeda o Estampacions Sabadell, proveedores de Nissan. Sin embargo, advirtió de que no autorizará ningún ERE que intente aprovechar las crisis para rescindir contratos sin tener una causa real.