Los institutos zaragozanos están esta semana a medio gas por las fiestas del Pilar. Entre los conciertos que se alargan hasta bien entrada la noche y las vaquillas que se celebran a primera hora de la mañana, cientos de estudiantes pasan de ir a clase para disfrutar a tope las fiestas. La situación, según las previsiones de los docentes, empeorará hoy y muchos centros tendrán que suspender alguna clase por falta de asistencia.

Parques, calles y los diferentes escenarios de las fiestas están llenos de adolescentes en pleno horario lectivo. Las pirolas han ido en aumento y el martes ya faltaron entre el 20 y el 30% de los estudiantes, según comentaron responsables de una decena de centros educativos de Zaragoza. Esto supone ausencias de cuatro o cinco alumnos en grupos de unoss 25 chavales, aunque las faltas podrían elevarse el miércoles por encima del 50% del alumnado.

«Todos los años tenemos el mismo panorama. O acortan las fiestas o se alargan las vacaciones, pero esto no debería seguir así», explica el secretario de un instituto del centro de la ciudad. El calendario escolar de este curso contempla como festivos los días 9, 10 y 13 de octubre, pero las fiestas arrancaron el 3.

Sobre todo los mayores

La mayoría de las faltas se registran en los dos últimos cursos de Secundaria y en Bachillerato y, aunque los profesores sospechan que los alumnos que hacen pirola cuentan con el apoyo de sus padres, les dan el mismo tratamiento que a las ausencias injustificadas del resto del año.

Aunque más de un alumno se ha presentado ya en el instituto sin haber dormido lo suficiente, los responsables de los centros destacan que este año se están registrando muchos menos incidentes que en cursos anteriores.

«Un año tuvimos que mandar a casa a un grupo de alumnos sin dormir que vinieron vestidos de peñistas aunque, afortunadamente, no se ha vuelto a repetir», comenta un director.

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