El reciclaje crece un 11,5% en un año en Sevilla y el de aceite se dispara un 91%

  • Lipasam recogió el año pasado más de 340.000 toneladas de residuos urbanos, de las que 62.000 fueron recogida selectiva.
  • ​La ciudad cuenta con más de 23.000 contenedores instalados por los once distritos de la capital.
Contenedores de reciclaje en el entorno de Plaza de Armas, en Sevilla.
Contenedores de reciclaje en el entorno de Plaza de Armas, en Sevilla.
B. R.
Contenedores de reciclaje en el entorno de Plaza de Armas, en Sevilla.

La concienciación de los sevillanos por el medio ambiente, al menos en lo que a reciclaje se refiere, continúa su tendencia al alza. Así lo ponen de manifiesto los datos correspondientes al pasado ejercicio, que revelan un nuevo incremento en la recogida selectiva de residuos. El papel y el cartón es lo que más separan los sevillanos, si bien son los biorresiduos los que han experimentado el mayor crecimiento en el último año.

La empresa municipal de limpieza, Lipasam, recogió en 2019 un total de 340.273 toneladas de residuos urbanos en la ciudad, lo que supone 6.500 toneladas más que en el ejercicio anterior, según los últimos datos del Ayuntamiento a los que ha tenido acceso 20minutos. Este importante incremento es consecuencia, fundamentalmente, del aumento de la recogida selectiva, que ascendió el año pasado en las 62.000 toneladas. Un dato que representa un 11,5% más que en 2018 y un 37,5% más que en 2014. Así, el reciclaje en la capital hispalense ha pasado de suponer el 13,8% del total de residuos urbanos al 18,1%.

El papel y el cartón fue el tipo de residuo que más se recicló el pasado año en la ciudad, con un total de 12.565 toneladas, seguido de los envases de vidrio, con 10.358 toneladas; los envases ligeros –plásticos, bricks y latas–, con 8.301 toneladas; y los biorresiduos, con 1.776 toneladas. Mientras, los contenedores grises, para la llamada fracción resto, recibieron algo más de 259.000 toneladas. Sin embargo, en lo que ha crecimientos registrados se refiere, el más llamativo fue el de los biorresiduos del contenedor marrón, un tipo de recogida selectiva que el Consistorio puso en marcha en 2017 y que entre 2018 y 2019 ha aumentado un 13,7%. El resto de incrementos se situaron en un 12,2% para el contenedor amarillo; un 10,5% para el azul; un 8,4% para el verde; y un 0,2% para el gris.

Contenedores marrones para biorresiduos.
Contenedores marrones para biorresiduos.
B. R.

Además de en estos contenedores, Lipasam recoge residuos de forma selectiva en los 14 nuevos Ecopuntos distribuidos por los once distritos de la ciudad, así como en los cuatro puntos limpios que hay en la periferia. En estas ubicaciones, la empresa municipal de limpieza recogió el año pasado 99.000 kilos de aceite doméstico usado, lo que supuso un crecimiento del 91% respecto al ejercicio anterior. También 5.300 kilos de radiografías y material fotográfico, un 87% más que en 2018; 19.300 kilos de pilas (un 61% más); y 488.000 residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, los llamados RAEE (un 38% más).

Dónde van los residuos

Los residuos generados el año pasado en domicilios, establecimientos hosteleros y comercios en general que no fueron reciclados y acabaron mezclados en el contenedor gris fueron trasladados al centro de tratamiento, donde tras pasar por un proceso de selección para separar el papel, el vidrio y el plástico. Posteriormente, los residuos orgánicos se sometieron al proceso de compostaje para fabricar abono orgánico, que sirve como fertilizante. Si bien el Ayuntamiento destaca que la separación que se hace en este proceso es "menos efectiva" que la que se realiza directamente en los hogares al reciclar.

Los restos que no se pueden aprovechar –conocidos como rechazo– se depositan en un vertedero controlado, del que se extrae el biogás, que se procesa en una instalación que genera energía eléctrica.

Los beneficios del reciclaje para el Medio Ambiente son una realidad. No en vano, la recuperación de los residuos seleccionados en Sevilla durante el pasado año han evitado la emisión de más de 19.000 toneladas de gases de efecto invernadero (GEI), lo que supone una mejora del 10% gracias al significativo incremento de la recogida selectiva de los residuos. En concreto, el reciclaje de papel y cartón permitió evitar el año pasado la emisión de 7.967 toneladas de CO2; la separación de plásticos, 6.760 toneladas; la de metales, 2.495 toneladas; y la de vidrio, 2.072, lo que supone un total de 19.294 toneladas, según los datos del Ayuntamiento. De esta manera, al reciclar los residuos, cada sevillano dejó de emitir en 2019 el equivalente a 28 kilos de CO2. Con la separación de residuos, además, se registra un ahorro importante de materias primas, al conseguirlas a través del reciclaje y, asimismo, se reducen los residuos que van al vertedero.

Contenedores

La ciudad cuenta actualmente con un total de 23.154 contenedores para la recogida de residuos instalados en la ciudad. De ellos, 13.340 son cubos grises; 2.770 amarillos; 2.139 azules; 2.106 verdes; y 405 marrones. Además, hay 1.900 contenedores para pilas; 114 para el aceite usado; y 380 para la recogida de textil.

El Ayuntamiento destaca que las cifras de residuos recogidos en los contenedores grises se han estabilizado, mientras que la recogida selectiva a experimentado un importante crecimiento. Esto se debe, en parte, a una mayor colaboración por parte de los ciudadanos y al amplio programa educativo y de concienciación puesto en marcha por Lipasam, en el que el año pasado participaron más de 72.000 personas. 

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