Cambio de opinión sobre las precauciones que debe tomar el Parlamento Europeo frente al coronavirus. "Por razones de causa mayor" y debido al elevado riesgo de contraer coronavirus, el Pleno de la Eurocámara de la semana que viene no se celebrará en Estrasburgo -como ocurre todos los meses- sino que habrá de forma "extraordinaria" la sesión será en Bruselas. Así, se evitará que cientos de personas, entre eurodiputados, personal y periodistas se trasladen a la ciudad francesa en plena fase de expansión de la epidemia por Europa. 

La decisión -final, aparentemente- ha llegado a última hora de la tarde de este jueves, cuando el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ha informado de que "siguiendo las recomendaciones de los servicios médicos" revocaba la decisión que se había tomado por la mañana de actuar con normalidad y celebrar el Pleno en Estrasburgo, como todos los meses. Sin embargo, de manera excepcional, al final se ha determinado lo contrario, que el Pleno mensual será en Bruselas y no en Estrasburgo.

"De acuerdo con la recomendación actualizada de las 18h, la situación relativa a la expansión" del coronavirus "ha evolucionado en los últimos días y horas", ha comunicado Sassoli al resto de eurodiputados. En concreto, nueva alerta tiene que ver con que hay dos nuevos focos de infección confirmados y el caso de infectados está creciendo en Europa.

"Ahora parece que el viaje para el Pleno en Estrasburgo podría suponer un signicaficativamente un mayor riesgo para la salud de eurodiputados y personal y para la población local", ha explicado Sassoli, que "por medidas de seguridad", el Pleno de la semana que viene será en Bruselas y no en Estrasburgo "por causa de fuerza mayor".

Cambio de decisión

La decisión de permanecer en Bruselas ha llegado horas después de que por la mañana se decidiera actuar de forma habitual y trasladar el Parlamento a Estrasburgo, como ocurre una semana cada mes. Esta decisión se había tomado en la Conferencia de Presidentes, el órgano que reúne a Sassoli con los portavoces de los grupos. Entre ellos, los conservadores del PPE , que mayoritariamente se inclinaban por permanecer de manera extraordinaria en Bruselas, o los socialistas, que contaban desde hace días con no tener que viajar a Estrasburgo en plena crisis del coronavirus: Los liberales del ALDE estaban divididos.

Sin embargo, la decisión ha quedado sin efecto esta tarde, siguiendo "las recomendaciones del servicio médico del Parlamento Europeo", ha informado Sassoli, que hace unos días ya ordenó que el Parlamento cancelara todos los eventos que impliquen la participación de invitados ajenos a la institución, a los que se denegará el acceso a sus sedes. Hasta nueva orden, solo podrán entrar los eurodiputados, el personal y también la prensa acreditada.

Fuentes parlamentarias advertían hace horas que no mover el Pleno a Estrasburgo requeriría modificar los Tratados y también afrontar la oposición que, una vez más, estos días han manifestado las delegaciones francesas de todos los grupos del Parlamento Europeo a no utilizar la sede francesa. Sin embargo, la alerta por coronavirus ha obligado a tomar la medida excepcional de permanecer en Bruselas.

Del Apocalipsis a traficar con el miedo

La decisión final y el cambio de parecer este jueves llega al cabo de días en el que, como suele suceder en la Eurocámara, grupos parlamentarios, delegaciones nacionales y eurodiputados particulares han manifestado, con más o menos vehemencia, su opinión sobre lo que debería ocurrir.

Como suele ocurrir también, eurodiputados de partidos ultras han sido los más vehementes, con mensajes y peticiones a Sassoli a favor y en contra de ira  Estrasburgo. Mientras, el PPE se inclinaba  por permanecer en Bruselas, entre los socialistas europeos se extendía la idea de que el Pleno no se movería pero esperaban a la decisión que se ha tomado este jueves y eurodiputados del grupo liberal estaban divididos pero unidos en pedir celebrar en el Pleno un debate sobre el coronavirus. 

En todo caso, los mensajes más altisonantes han llegado de partidos ultras y populistas, aunque no en la misma dirección. Así, el eurodiputado del Partido Finlandés Teuvo Hakkarainen preguntó a Sassoli si había tomado en consideración qué ocurriría si los eurodiputados o el personal empiezan a notar síntomas de coronavirus en la ciudad francesa y tienen que pasar la cuarentena allí. "Quién cubrirá los costes del hotel durante una cuarentena de dos semanas en Estrasburgo", preguntaba al presidente del Parlamento, al que, en caso contrario, advertía de que "sería totalmente irresponsable juntar a gente enferma con otros en un tren o avión".

En respuesta a este mensaje, Derk Jan Eppink, eurodiputado del partido holandés de ultraderecha Forum for Democracy, replicó a través de un asistente con un "¿por favor, puede dejar de traficar con el miedo?".

Ya también en clave nacionalista, el eurodiputado francés del Frente Nacional Gwenaël Blancho reaccionó a la alarma del finlandés asegurando que "el Apocalipsis no está sobre nosotros".