Los impuestos y tasas ahogarán aún más a las familias valencianas el año que viene. El equipo de gobierno del Ayuntamiento anunció una congelación de tributos como medida para afrontar la crisis. Sin embargo, en la práctica, los ciudadanos pagarán el año que viene 30,4 millones de euros más que en 2008, según ha informado el concejal del PSOE, Juan Ferrer.

La principal responsable es la nueva tasa de basuras, que antes abonaba el Consistorio a la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos (Emtre), pero que a partir de enero pagarán los ciudadanos. La tasa, que se incluirá en el recibo del agua, irá de los 22,20 a los 44,40 euros por domicilio y de los 66,60 a las 199 euros en el caso de los locales, dependiendo del consumo de agua.El Ayuntamiento se ahorrará así 24 millones de euros.

El PSOE pide que se descuente del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) el equivalente a la tasa, al considerar que el tratamiento de residuos «ya está grabado en el IBI desde 1985, como recoge la ordenanza fiscal», dice Juan Ferrer. Sin embargo, lejos de rebajarlo, subirá un 2%.

El concejal de Hacienda, Silvestre Senent, justifica esta subida en que «la ley de presupuestos obliga hacerla en aquellos municipios donde haya caducado la valoración catastral, como es el caso de Valencia». Por si fuera poco, en medio de la crisis económica, los ciudadanos pagarán 3,4 millones de euros más (un 5%) por las tasas y precios públicos que como cada año se actualizan en función de la subida del IPC. El Impuesto de Actividades Económicas (IAE) subirá por el cambio de categoría de algunas calles, pero el Consistorio no ha concretado cuánto.

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