Los encargados de ponerla en funcionamiento han sido los delegados del Gobierno en Castilla y León y en La Rioja, Miguel Alejo y José Antonio Ulecia, respectivamente. Ambos han insistido en que es un "día feliz", no tanto por el tiempo de viaje que ahorra el túnel, sino por el aumento de la seguridad, sobre todo en épocas de nevadas.

En declaraciones a los periodistas, Alejo ha descartado "mirar atrás" y ha dado por bueno el tiempo empleado, si con esta obra se evitan accidentes y se mejora la comunicación entre Castilla y León y La Rioja. Por su parte, José Antonio Ulecia ha añadido que es una obra "largamente demandada en las últimas décadas".

La infraestructura permitirá reducir en un cuarto de hora el trayecto en coche desde Soria hasta La Rioja y en veinticinco minutos el tiempo que un camión tarda en recorrer los cien kilómetros que separan la capital soriana de la riojana. El túnel de Piqueras tiene una longitud de 2.400 metros y la inversión total que ha realizado el Ministerio de Fomento se eleva a 75,3 millones de euros.

Antecedentes

El túnel comenzó a construirse en febrero de 2003 después de que se adjudicase la obra el 16 de octubre de 2002 a una unión temporal de empresas. El entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, colocó la primera piedra en diciembre de 2002.

La obra debería haber concluido hace tres años, pero la adecuación a una nueva normativa europea en materia de seguridad obligó a una modificación, que consistió en construir una galería de evacuación, lo que supuso un sobrecoste de 19,2 millones de euros. Las primeras noticias en torno al túnel se remontan a 1948, cuando el entonces gobernador civil en Soria, Jesús Posada Cacho, padre del ahora diputado nacional del PP y ex ministro Jesús Posada, anunció su puesta en marcha.

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