El poder de la invención

Basado en el cuento original de Andersen
El cine, los ordenadores y la televisión casi imaginan por nosotros. ¿Crees que en el pasado el don de la imaginación era más auténtico?

Un hombre quería vivir de la poesía. Pero le costaba mucho imaginar. Estudiaba tanto que cayó enfermo. Ningún médico pudo ayudarle, así es que fue a ver a una bruja.

«Ya sé por qué vienes, no sabes imaginar pero quieres ser poeta», le dijo la bruja. «Todo está escrito», respondió él.

Ella contestó: «Antaño, los poetas se morían de hambre y las brujas eran quemadas en la hoguera. Ahora estamos en la mejor época, puedes escribir lo que quieras. Ponte mis gafas y mi trompetilla en el oído».

El hombre así lo hizo y se colocó en medio del campo. De pronto sintió que todo le hablaba, desde las patatas hasta los pájaros, desde las fuentes hasta el panal de abejas. ¡Era maravilloso! Todos tenían una historia digna de un poema. La bruja le llevó entre la multitud, y el poeta sintió que había historias a montones. Pero la bruja le quitó las gafas y la trompetilla. «No veo ni oigo nada», dijo el joven, agobiado.

«Entonces no podrás ser poeta porque no sabes imaginar, pero puedes hacerte crítico y juzgar lo que escriben los demás», respondió la bruja. Al joven no le pareció mala idea y se marchó curado y agradecido.

No todos tenemos el don de la imaginación tan desarrollado como para convertirnos en creadores. ¡Ánimo a los valientes!

Viernes 2 de septiembre: 46/La gran serpiente marina

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