Europa aún tenía fronteras en 1994 y guerras larvadas, pero, a Rezart Kapetani, la música le sirvió de pasaporte para llegar a Murcia y quedarse. A los once años consiguió el Segundo Premio Nacional de Jóvenes Músicos de Albania y resultó seleccionado para participar en la Orquesta de Jóvenes del Mediterráneo en Aix-en-Provence (Francia).

¿De Albania a Murcia. Raro, no?

Sí. Fue como un flechazo. En el 94 vine con una orquesta albanesa a participar en el Festival de Orquestas de Jóvenes. Hice grandes amigos entre los músicos de aquí y me quedé.

¿La asignatura olvidada en España es la música?

Ha habido un auge en la creación de conservatorios. Quizás falte un mayor respaldo y sensibilidad.

¿Para ser grande en la música clásica es necesario ser mediático?

Para triunfar, en general, vale más salir en la tele que el esfuerzo. A más horas de tele, más caché. Pero, en la música clásica es difícil crear una estrella publicitaria sin más. No es tan frecuente como en Operación Triunfo.

¿En Operación Triunfo no hay espacio para los clásicos de su repertorio como Piazzola, Granados...?

No seamos pesimistas. Por suerte, hay momentos y público para todo.

¿La percusión mató a la cuerda en la TV con anuncios tatatakum...?

La cuerda se ha quedado en minoría porque la percusión vende hoy más y se ha puesto de moda. Debemos reconocer que es más accesible para el gran público y tiene un sustrato popular.

¿Cuando dijo a su familia que sería músico profesional, le dijeron que se dejara de tonterías y trabajase?

En mi país la música y el deporte son muy respetados como destinos profesionales, más allá del fútbol y el pop. Requieren un entrenamiento duro.

¿Cómo ha conseguido hablar un perfecto castellano?

Los músicos tenemos buen oído también para los idiomas. Tengo que transmitir mis conocimientos a mis alumnos.