Las órdenes de alejamiento, la vigilancia policial y los programas de protección para las mujeres víctimas de malos tratos no siempre funcionan.

«Los agresores buscan su momento hasta conseguir llegar a ellas», afirma Josefa Moreno, directora del Gabinete JMR Trabajo Social .

Ante esta situación, los cursos de defensa personal se han convertido en una alternativa más que necesaria para las víctimas. Desde que se iniciaron estos talleres, hace cuatro años, cerca de 200 mujeres han participado en los programas de violencia de género de este gabinete granadino, en el que se ofrecen entre 10 y 15 horas de clase para aprender defensa personal.

El número de mujeres interesadas en este tipo de conocimientos ha crecido en los últimos años, «quizás porque se va tomando conciencia de la importancia que tiene el tema», añade Moreno. Tanto es así que el Gabinete JMR organiza además cursos de perfeccionamiento.

El Ayuntamiento de Granada también ha decidido formar a las mujeres en este campo y para este mes ha organizado dos cursos de defensa en el que se les enseña «a zafarse de su agresor, sea su pareja o un delincuente que la aborde por la calle», matiza la responsable del programa.

«Se aprende a escabullirse y pedir ayuda. No pretendemos un enfrentamiento», matiza Francisco Robles, profesor de este tipo de talleres. Las técnicas son fáciles y pensadas para todas las edades. «Son fórmulas prácticas de reacción cuando te agarran por el cuello o te inmovilizan las manos», apunta Robles.

Recomendaciones como no estar en lugares cerrados, o situarse cerca de la puerta si el agresor está en la habitación, «hacen que con el tiempo -apunta el experto- la víctima se sienta más segura porque tiene una oportunidad».

Los temas de los cursos de defensa personal van desde los pellizcos y presiones en zonas genitales, hasta la defensa ante amenazas con armas utilizando elementos básicos como paraguas, bolsos o revistas.

Los talleres analizan detenidamente la forma de escapar en espacios mínimos e incluso el uso del engaño para escabullirse del agresor. «Las mujeres que hacen estos cursos mejoran la autoestima», afirma Moreno. El año pasado, 1.687 granadinas denunciaron ser víctimas de malo tratos.