El colombiano Leonardo Rodríguez Ardilla, conocido como 'el violador del ascensor', ha admitido en su primera vista ante el tribunal que le juzga en la Audiencia Provincial de Madrid que agredió sexualmente entre noviembre de 2005 y agosto de 2006 a siete mujeres, a quienes pidió "perdón" tras mostrar su arrepentimiento.

La Audiencia madrileña celebró esta mañana a puerta cerrada la primera sesión de vista oral contra el procesado, de 22 años, a quien se acusa de varios delitos de agresión sexual, faltas de lesiones y robos con violencia e intimidación. La Fiscalía de Madrid solicita para él una condena de 90 años de prisión y una indemnización que suma 27.636 euros para las víctimas, de entre 17 años y 26 años.

El abogado del acusado, Alejandro Cóndor, contó que su cliente reconoció los hechos y pidió perdón a sus víctimas, adelantando a los periodistas que solicitará que cumpla la pena que se le imponga en un centro psiquiátrico debido al trastorno mental que sufre. "Leonardo no sabía lo que estaba haciendo, aunque su conducta es punible", señaló el letrado, quien pidió a la Sala un informe psiquiátrico para dilucidar si se le aplica la atenuante por enfermedad mental.

Si los expertos determinan este extremo, la defensa y las acusaciones particulares

El 'modus operandi' de Leonardo consistía en seguir a las jóvenes hasta su domicilio, donde entraba en el portal con ellas. Tras ello, se introducía en el ascensor con las chicas y las sometía a diversas vejaciones. Otras veces, las llevaba hasta el sótano u otra plata para abusar de ellas. Al final, las robaba y las dejaba marchar.

Las víctimas del 'violador del ascensor' tienen un aspecto parecido entre ellas. Menudas, rubias (algunas castañas), media melena, pelo liso, de aspecto débil y en su mayoría extranjeras. Las jóvenes tuvieron hoy que rememorar el trance que supuso para sus vidas esta experiencia.

Mal estado de la sala

Tras declarar, se quejaron de la mala habilitación de la Sala por tener que sentarse tras un biombo que les separaba de unos metros de su agresor.

"Está muy mal hecha la mampara. Casi se le veía". Así lo manifestó una de las chicas agredidas en los pasillos tras ratificar su denuncia ante la Sala. En su caso, Leonardo la abordó el 19 de agosto de 2006 en su portal. Allí, le tapó la nariz y la boca, poniéndole un cuchillo en el cuello. Subieron en el ascensor a una de las plantas, donde abusó de ella.

Tras esta joven, desfilaron las otras seis víctimas. Arropadas por familiares entraron en la Sala, saliendo en su gran mayoría con lágrimas en los ojos. Al haber reconocido el procesado los cargos que se le imputan, las chicas sólo tuvieron que ratificar las denuncias que interpusieron en su día.