Los niños de 'El Gallinero' siguen sin poder ir a clase tras las inundaciones

  • Es la zona más empobrecida del la Cañada Real.
  • Voluntarios de la zona denuncian la falta de ayuda por parte del Ayuntamiento de Madrid.
  • La riada de la pasada semana en el sureste de la región ha dejado la zona al borde de la "crisis humanitaria"
Inmediaciones de la Cañada Real tras la inundación. (M. GONZÁLEZ)
Inmediaciones de la Cañada Real tras la inundación. (M. GONZÁLEZ)
Inmediaciones de la Cañada Real tras la inundación. (M. GONZÁLEZ)

Los 200 niños que viven en el poblado chabolista de 'El Gallinero', en la Cañada Real Galiana, siguen sin poder ir a clase una semana después de la tromba de agua que anegó la zona y destruyó las infraviviendas en las que habitaban.

El voluntario coordinador de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada, Angel Castilblánquez, aseguró hoy a Europa Press que la situación en el poblado sigue siendo de "crisis humanitaria" y de "emergencia sanitaria" debido a que las lluvias han dejado sin ropa, calzado, ni colchones a las más de 500 personas que viven allí, la mayoría gitanos rumanos.

"Aquí hay cantidad de niños. La natalidad es altísima y cada familia tiene cuatro o cinco hijos. Hoy, día lectivo, sólo han podido ir a clase cuatro chavales, porque el resto no tienen ni ropa ni higiénicamente están en condiciones de acudir a la escuela", explicó.

Por otro lado, criticó la ausencia de máquinas escavadoras municipales en la jornada de hoy en el Gallinero, tras el trabajo desarrollado por una de ellas durante el fin de semana. "El Ayuntamiento de Madrid reaccionó tímida e insuficientemente. Aquí hubo cuatro operarios trabajando y seis jefes mandando, además de la ayuda de los voluntarios de la parroquia", señaló Castilblánquez.

Así, durante el fin de semana consiguieron limpiar parte de la zona y eliminar cantidades de 'chapapote' que en forma de barro se acumula por todo el asentamiento. Además, gracias al llamamiento que efectuaron la semana pasada los voluntarios, han llegado al poblado ropa, calzado y enseres donados por ciudadanos anónimos, así como dinero en metálico con el que en breve comprarán colchones.

Bomberos Sin Fronteras se ha sumado a la ayuda humanitaria y ha donado 70 colchones, indicó la parroquia.

La situación sanitaria sigue siendo complicada. Una unidad móvil de Salud del Ayuntamiento y un equipo de Cruz Roja se encuentra en la zona atendiendo a los pacientes. Según detalló el voluntario coordinador del Gallinero, el riesgo de epidemias y enfermedades contagiosas sigue siendo patente debido a las numerosas ratas e insectos que campan a sus anchas por unas lagunas que irremediablemente deben cruzar los rumanos para salir de sus chabolas.

Ningún político en la zona

Por ello, Castilblánquez denunció que ninguna autoridad política haya acudido a la zona para ver la situación del Gallinero tras las lluvias y que la Comunidad de Madrid no haya incluido la zona en el programa de urgencia e interés general que hizo el jueves por la riada en Rivas-Vaciamadrid y San Fernando.

"Sabemos que es un asentamiento ilegal y que no deberían estar aquí, pero son seres humanos y necesitan ayuda y escolarización, y con más motivo si se trata de ciudadanos europeos como son", concluyó.

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