Paz Padilla atraviesa estos días un durísimo revés sentimental. Su madre, Dolores Díaz, fallecía el pasado lunes, 10 de febrero, a los 91 años después de permanecer varios días ingresada por una fractura de cadera. Una noticia desoladora que afectaba enormemente a la presentadora de Sálvame, quien se dejaba ver en la capilla ardiente de su progenitora devastada pero rodeada, según medios especializados, por rostros famosos y no tanto que quisieron acompañar a la familia en estos momentos.

Su último adiós

Paz Padilla no ha querido dejar nada en el tintero y, por ello, ha dedicado unas emotivas palabras a Dolores, con quien, como había dicho en más de una ocasión, tenía una relación fantástica. "Ella disfrazaba la vida, las carencias las disimulaba y hacía que las pequeñas cosas fueran importantes para cada uno de sus hijos. No sé cómo lo hacía, pero todos nos creíamos que éramos su preferido", ha comenzado su carta la humorista, quien ha destacado que es a ella a quien le debe el buen sentido del humor "como forma de vida".

Ha asegurado que el último adiós fue tan triste como bonito, pero que, una vez más, volvió a ser "el centro de la fiesta". "Todos los que estuvieron se habrían reído contigo, como tantas veces lo hicieron", ha lamentado la presentadora de Sálvame, quien ha querido mostrar cómo era su madre contándole a todos sus seguidores una de sus últimas frases: "¡Tiene guasa tener que irse!".

"Seguro arriba la estarás liándola con tu amiga Juana la Chata, como en el banco del cerro Prim, donde atrapabais con vuestro sarcasmo y doble sentido a todos los que por allí se atrevían a cruzar, sin poder dejar de reír", ha escrito con notable emoción y carisma Padilla, quien ha terminado su carta deseándole buen viaje. "Vete tranquila porque tu esencia, como solías decir, la llevamos en los ‘gemene’", ha concluido su misiva.