La Comunidad de Madrid será totalmente restrictiva con el uso del teléfono móvil en los colegios de la región. Si el pasado mes de diciembre la Consejería de Educación anunció que limitaría el uso de estos dispositivos en las aulas para mejorar los resultados académicos y contribuir en la lucha contra el acoso escolar, tanto en los colegios como a través de las redes sociales, ahora se ha conocido que el departamento que dirige Enrique Ossorio pretende extender esta limitación de uso a las pausas del recreo. 

Ambas limitaciones entrarán en vigor en el curso escolar 2020-2021, que comienza el próximo septiembre, y afectarán a 1.700 centros públicos y concertados de la región en los que estudian más de 800.000 alumnos. De acuerdo con fuentes del Gobierno PP-Cs, la iniciativa requiere la modificación del decreto de convivencia 32/2019 de 9 de abril y los centros educativos, dentro de su autonomía y capacidad de gestión, serán los encargados de aplicar esta medida, que complementa la limitación también en las aulas que fue anunciada recientemente.

Desde la Consejería de Educación han explicado que de la prohibición de uso general se exceptuarán aquellos casos en los que el uso "esté expresamente previsto en el proyecto educativo y con fines didácticos" y también para los alumnos que necesiten los dispositivos "por razones de salud o discapacidad". 

Las mismas fuentes han detallado que esta medida da muestra del "claro compromiso" del Ejecutivo con el uso responsable de las nuevas tecnologías encaminado a la mejora de los resultados académicos de los alumnos, especialmente de los que tienen mayores dificultades para el estudio, además de la lucha contra el acoso escolar, ya señalada.

A la hora de justificarla, desde la Comunidad echan mano de algunos estudios realizados recientemente entre la población más joven que dan idea de los problemas que en algunos casos lleva asociado el uso del móvil en el entorno escolar. Así las cosas, el informe 'Seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles', elaborado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y Orange, recoge que el 88,6% de los jóvenes encuestados admitió que realizaba fotografías con sus teléfonos y el 48,2% las enviaba a sus contactos. 

Además, el 11,5% de los participantes en el estudio reconoció que había accedido a imágenes de peleas con personas de su entorno, unos vídeos que, en muchos casos, acaban viralizándose después en internet dando lugar al fenómeno conocido como 'happy slapping'.

Según el Instituto Nacional de Estadística, la mitad de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, el 75 % de los de 12 años y, a partir de los 15 años, el 94 %.