El secretario general de la CEE califica de "dolorosa" la propuesta sobre eutanasia y aboga por "no provocar la muerte"

El obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha calificado este martes de "doloroso" que se inicie hoy la tramitación de la Ley de Eutanasia que plantea el equipo de Gobierno y ha abogado por "la radical dignidad de la vida humana sin provocar la muerte de manera activa".

Así lo ha expresado Argüello este martes durante su participación en un foro económico, en el que también ha abordado la situación actual de modelo social y las relaciones entre la Iglesia y el actual Gobierno formado por el PSOE y Podemos, con el que ha destacado que hay "espacios de discreción" para el diálogo.

El prelado ha reconocido que la propuesta sobre la eutanasia no le gusta "ni un pelo", al tiempo que ha subrayado como "doloroso" que la tramitación en el Congreso se inicie el día de la Virgen de Lourdes, "día mundial del enfermo" tras aseverar que la postura de la Iglesia española, definida hace unos meses en un texto, subraya "la radical dignidad de la vida humana" pero pensando que "nunca es una buena solución provocar la muerte de manera activa".

Así, ha abogado por los cuidados paliativos, "acoger, acompañar a la vida humana en todas las circunstancias", pero con el matiz de que la Iglesia no defiende "el ensañamiento terapéutico" porque no creen que los hombres sean "tan dueños de la vida como para mantenerla a ultranza con modos mecánicos". Pero eso sí, "nunca" apuestan por "provocar diariamente la muerte".

El obispo ha insistido en valores como la ternura y la compasión para abordar enfermedades incurables, y ha incidido en desechar que la "solución" al problema sea que "la persona que sufre desaparezca", por lo que ha defendido que, ante el sufrimiento, la respuesta no solo sea "emotiva" sino también de "razonar y acompañar".

Luis Argüello ha querido incidir como un problema también a tener en cuenta del "suicidio oculto", la causa de muerte violenta más importante en España y sobre la cual se pregunta qué medidas de prevención hay, o sobre la soledad, un problema que afecta a muchas de las 60.000 personas que viven solas en la provincia, si bien matiza que algunas lo han decidido así.

También se le ha preguntado al representante de los obispos sobre la visión que tiene la Iglesia sobre el actual Gobierno de España y sus relaciones, las que plantea con "confianza en el diálogo", al tiempo que se ha mostrado seguro de que hay "espacios de discreción" para que pueda haber "interlocutores".

"Esas situaciones de diálogo se dan, sin situarlo en Valladolid solo", ha apostillado Argüello, ya que se le preguntaba por el buen entendimiento entre los obispos vallisoletanos, altos cargos ambos de la Conferencia Episcopal, y el alcalde y portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE, Óscar Puente, que estaba presente este martes en la ponencia del prelado.

Asimismo, se ha referido a una reunión que mantuvo la semana pasada con el equipo directivo de un ministerio del Gobierno, un encuentro que ha definido como "cordial".

DEMANDA DE UN PACTO EDUCATIVO

El obispo auxiliar ha planteado sobre la mesa la reclamación de que se alcance un pacto educativo en España, si bien ha avanzado que la Iglesia podría llegar a un consenso si éste se basa "en la Constitución y en los Derechos Humanos de primera y segunda generación", y no en los de "tercera y cuarta", en los que considera que se da excesiva importancia a la antropología y al género.

En todo caso, y aunque ha defendido que la Iglesia tiene un planteamiento en base al sexo de las personas, ha recalcado que reconocen "que hay géneros".

Pero ha lanzado la advertencia sobre el riesgo que supone, en su opinión, el "constructivismo" que tiene excesiva presencia en tres ámbitos importantes como la educación, en "la forma de entender España", en la que se piensa que "se puede comenzar de cero en cada generación a decir qué somos como pueblo".

PROPUESTAS AFECTIVO-SEXUALES "BURDAS"

Y, finalmente, considera que ese "constructivismo domina la posición antropológica", sobre lo cual ha relatado la queja que le plantearon recientemente unos padres sobre una propuesta educativa de educación afectivo-sexual en un colegio la cual, relata, era "tan burda como que cada persona decidiera o eligiera que el cuerpo fuera solo un territorio del yo, desvinculado del propio cuerpo, en la que el yo le dijera al cuerpo lo que tiene que hacer".

Ante esta situación, ha apostillado que si se unen estos tres constructivismos "cómo se puede dialogar", pues entiende que "en el fondo es lucha de poder". En definitiva, ha advertido de que "si todo es 'factum' y no hay datum, sin horizonte compartido, la convivencia será complicada".

Por otro lado, Argüello ha considerado que la sociedad vive una "crisis entrópica", a causa de un "agotamiento del sistema", basado en la "competencia posicional", tanto en la economía como en la convivencia política, pues ha recalcado que el debate político está marcado por " la cultura del enfrentamiento", como considera que se vio en el debate de Investidura hace unas semanas, en la que se veía "una forma de asentar la propia posición" dentro de esa competencia.

Además, ha explicado que esa cultura del enfrentamiento es propia de un momento en el que, incide, "el sujeto ideal de una dominación totalitaria no es el nazi convencido, ni el comunista convencido, ni el franquista convencido es la gente para la que la distinción entre verdadero y falso no existe".

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