Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones contra la ampliación de la autovía A-67 entre Santander y Torrelavega, así como contra el ramal que la conectará desde Mompía con el enlace de Rucandial, de la S-10, porque considera que ejercerá un "efecto llamada" a más usuarios y "agravará" los problemas de congestión.

Además, la asociación critica que el ramal de enlace con la S-10

"únicamente pretende poner en valor" los nuevos desarrollos urbanísticos que se proyectan en Santander y Bezana, dentro de una "carrera urbanizadora" a la que "tampoco es ajena" Torrelavega, ya que el proyecto supondrá un "embate recalificador" con la conversión en urbanizable "de una gran cantidad de suelo rústico".

En un comunicado, Ecologistas en Acción explicó que en sus alegaciones, presentadas ante la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio,

solicitan la paralización del proyecto que, a su juicio, "

debería remitirse a las leyes de movilidad y a un plan regional de movilidad sostenible".

Según sostiene la asociación, aunque este proyecto nace con la intención de "descongestionar" la A-67 en ese tramo, la mejoría inicial terminaría en un "efecto llamada". "Si realmente se hubiera querido descongestionar la A-67, se habría avanzado hacia políticas de

potenciación del transporte colectivo", asegura.

En su opinión, para tener un transporte sostenible en Cantabria, "en lugar de ampliar la autovía A-67, habría que priorizar

inversiones ferroviarias en Cercanías para el eje Santander-Torrelavega-Los Corrales", con el fin de duplicar las vías y reubicar estaciones que den servicio a los nuevos desarrollos urbanos en Camargo, Guarnizo y Parbayón, o nuevos apeaderos para los polígonos de Tanos, Barros o Guarnizo.