El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado, el día 17 de febrero de 2019, dejó a su yegua en una finca de su propiedad en Quinzanas, Pravia, a pesar de que el animal se encontraba gravemente enfermo.

Lo dejó a la intemperie y en espera de que este se muriera. La yegua fue encontrada aún viva y agonizando por agentes de la Guardia Civil, que acudieron al lugar tras recibir la llamada de una vecina. Los agentes se pusieron en contacto con el acusado, que les dijo que ya había avisado a Proygrasa para que retirase al animal porque creía que ya estaba muerto.

Un veterinario particular, a instancias de la veterinaria al servicio de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, tuvo que aplicar la eutanasia a la yegua debido a que el tétanos, enfermedad que tenía, estaba muy avanzado y era irreversible, con pronóstico de extrema gravedad. En el animal no se apreciaba ninguna señal de que las heridas que tenía hubieran sido curadas, tratadas o limpiadas.

El acusado se dedicaba como hobby al cuidado de caballos. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de maltrato animal del artículo 337.3 del Código Penal y solicita que se condene al acusado a 1 año y 6 meses de prisión, inhabilitación especial para derecho de sufragio pasivo durante tiempo de condena e inhabilitación especial durante 3 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.