Moreno ha ofrecido una rueda de prensa junto al responsable de Mundo Rural de Izquierda Unida Rioja, y alcalde de Camprovín, Arturo Villar, en la que ha señalado el ejemplo de la gasolinera de Villanueva, cuyo cierre estaba previsto para el 31 de enero, pero sigue abierta gracias a las negociaciones del Gobierno de La Rioja con la propia Repsol.

De este modo, ha creído que aún puede evitarse el cierre de las 27 entidades de las que Ibercaja ha anunciado su clausura y que se unirán, ha añadido Villar, a los 86 municipios riojanos en los que, en la actualidad, no hay oficina bancaria.

El responsable de Mundo Rural ha explicado cómo, aunque la tendencia a medio plazo es que los trámites bancarios se desarrollen por Internet, sólo el setenta por ciento de los mayores de setenta años se manejan en la red de redes, y la población de las pequeñas localidades es, sobre todo, mayor.

Moreno ha unido, a esto, el riesgo que supone la obligación de tener grandes cantidades de dinero en casa si no existe la posibilidad de ir al banco a sacarlo. El problema de la "desbancarización", no obstante, ha dicho, va "más allá" y supone una reducción de servicios.

Ante esto, Izquierda Unida va a defender una proposición no de ley por la que pide al Gobierno riojano que "mantenga conversaciones con Ibercaja para que, a través de su Obra Social, mantenga la actual red de oficinas en los pequeños municipios de nuestra región".

Junto a esto, pide que se inste al Gobierno de la Nación a que, con las entidades rescatadas, cree una banca pública solvente, fuerte y al servicio del interés general, blindándola ante cualquier tentativa de privatización.

En su proposición no de ley, Izquierda Unida recuerda que, "de forma oficial, se ha reconocido que España, desde el 2008, ha otorgado más de 35.000 millones de euros en ayuda a la banca para mantenerla con vida, prácticamente un tercio del PIB de nuestro país".

Añade que menos oficinas bancarias implica menor accesibilidad creando el problema de la exclusión financiera para muchas personas en el ámbito de los pequeños municipios.

Izquierda Unida propone "un sistema de banca pública a partir de los bancos intervenidos creando una red de oficinas amplias con vocación de servicio público".

De este modo, "se centraría más en dar un servicio cercano, eficaz y amable, en vez de en las ganancias y los sueldos de los altos cargos".