No se sabe si también en privado, en el Consejo de Ministros, pero reunir a todos los ministros del Gobierno en un lugar público deja escenas curiosas. Así ha ocurrido este lunes, en la sesión solemne de apertura de la XIV legislatura en el Congreso, donde el rey que ha dado por inaugurado el nuevo mandato tras las elecciones del 10-N. Además, el ministro de Universidades, Manuel Castell, ha quedado oficialmente investido como ministro de Unidas Podemos, por medio del pin antifascista que le ha entregado el titular de Consumo, Alberto Garzón, para que se lo pusiera en la solapa.

Castells es uno de los cinco miembros de Unidas Podemos que forman parte de la coalición de Gobierno  con el PSOE, pero su procedencia y bagaje profesional hace que se le perciba como un verso suelto entre Pablo Iglesias, Irene Montero, Yolanda Díaz y Garzón, bregados en Podemos y en IU en el Congreso en los últimos años. También por su comportamiento, menos encorsetado. A su llegada al primer Consejo de Ministro, Castells ya llamó la atención bromeando con que su cartera estaba vacía y días antes entró en la polémica al admitir que, como a buena parte de la comunidad universitaria, él tampoco estaba de acuerdo con la división de Ciencia y Universidades de la que salió su propio Ministerio.

El ministro de Universidades llegó al Gobierno a propuesta de En Comú Podem y su líder, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y en lugar de la Carrera de San Jerónimo llegó de dar clases en una universidad de California. Hoy la distancia es un poco menor porque, como los otros ministros de Unidas Podemos, luce desde este lunes el pin antisfascista en la solapa, aunque para ello haya tenido que quitarse el de la Agenda 2030 que ha sido distintivo del Gobierno de Pedro Sánchez y del PSOE en el último año y medio.

La escena ha tenido lugar dentro del hemiciclo, cuando ya todos los diputados y senadores estaban sentados en los escaños y también los miembros del Gobierno de coalición, que este lunes han estrenado la nueva disposición de la bancada azul, con más sillones para poder albergar a los 23 miembros del nuevo Ejecutivo de Sánchez.

De Mayoral a Garzón y a Castells

Estaban todos esperando a que entraran los reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, cuando de repente el diputado de Podemos Rafa Mayoral ha bajado desde su escaño hasta la altura donde está el asiento de Garzón, al que ha entregado algo que este ha dado después a Castells, que se sienta en el extremo derecho de la bancada del Gobierno, justo debajo del escaño del líder del PP, Pablo Casado.

Entre Garzón y Castells se sienta el ministro de Integración y Seguridad Social, José Luis Escrivá, por encima de quien Garzón ha extendido el brazo para hacer llegar a Castells el objeto que le había entregado Mayoral. Era el pin antifascista que lucen en su solapa el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y también Garzón y que el día que prometieron sus cargos dio que hablar porque se desconocía su significado.

Se trata de un triángulo rojo invertido homenaje a los presos políticos de los campos de concentración nazi que llevan en la solapa y este lunes también lucían las ministras de Trabajo, Yolanda Díaz, y de Igualdad, Irene Montero.

EFE

El ministro de Universidades ha mirado un momento lo que entregaba Garzón, le ha preguntado algo con gesto de cierta extrañeza y, a instancias del ministro de Consumo, se ha quitado el pin de la Agenda 2030 y se ha colocado el pin antifascista que llevan los ministros de Unidas Podemos.