Las horas extra no pagadas realizadas cada semana ascendieron a 2.520.700 en el cuarto trimestre de 2019, lo que supone un descenso del 15% respecto al año anterior y la menor cifra en periodo similar de la serie histórica que comienza en 2008.

Así se desprende de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). En un año en el que el Gobierno aprobó el registro obligatorio de jornada, concretamente en mayo, las horas extra no pagadas descendieron en el cuarto trimestre, tras dos años seguidos en los que aumentaron en este mismo periodo.

Sin embargo, en la evolución trimestral, las horas extras no pagadas aumentaron un 13,4% entre el tercer y el cuarto trimestre. Cabe recordar que en el tercer trimestre descendieron un 23,7% respecto al segundo y registraron mínimos de la serie.

Los 2,5 millones de horas no pagadas suponen que las compañías se ‘ahorran’ 63.018 empleos a tiempo completo (40 horas) que se cubren con horas extras sin pagar.

Este tipo de horas son, desde el segundo trimestre de 2017, menos frecuentes que las pagadas, que entre octubre y diciembre sumaron 3.484.900 horas cada semana y marcaron máximos desde 2009. En variación interanual, estas horas registraron un ligero ascenso del 0,3%, mientras que aumentaron un 9,9% respecto al tercer trimestre.

Por género, los hombres realizaron más horas extras no remuneradas, 1.607.600, que las mujeres, que hicieron 913.200. Esta es la tendencia habitual desde que empieza la serie histórica que considera el INE, en 2008.

El sector en el que las empresas se ‘ahorraron’ en el cuarto trimestre más puestos de trabajo a tiempo completo gracias a estas horas extras ha sido el comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos de motor y motocicletas, con más de 8.600 empleos (8.627,5) de 40 horas semanales.

En suma, las horas extraordinarias realizadas por los asalariados cada semana bajaron a 6.005.600 al término de 2019, un 6,7% menos comparado con 2018, pero un 11,3% más que entre julio y septiembre.