Pesadilla en la cocina viajó este jueves a la localidad extremeña de Navalmoral de la Mata, donde se encuentra El legado de Andrés, un restaurante de menús que, a pesar de su buena oferta culinaria, estaba de capa caída.
Los dueños del local, Ana y Andrés, decidieron pedir ayuda a Alberto Chicote para encontrar una solución a la progresiva pérdida de clientes. Así, en este reto el chef se armó de sinceridad y de paciencia en su propósito de acabar con el verdadero problema que afectaba al negocio: la falta de liderazgo.
Una medida drástica: "El servicio termina"
A pesar de los continuos avisos de Chicote, en el restaurante nadie marcaba las directrices, lo que provocaba que los comensales se marcharan sin comer. Los platos no se servían y la comida salía cruda o muy pasada: "No sale nada y, lo que sale, sale mal", criticó el conductor del programa.
Por ello, al chef de La Sexta no le quedó otra opción que cortar de raíz el segundo servicio, ante el bloqueo de Andrés en la cocina y el descontrol de Ana en la sala: "Yo lo veo clarísimo. El servicio termina", valoró Chicote.
De esta forma, el cocinero salió al comedor en compañía de Ana para anunciar a los clientes que debían irse sin probar la comida: "Siento tener que decirles que va a ser imposible que saquemos más cosas a partir de ahora", comunicó.
"Siento muchísimo que la gente a la que no le ha llegado todavía se tenga que ir a casa sin comer, pero esta tarde aquí no va a poder ser", sentenció el chef provocando las lágrimas de la jefa del negocio.
Sin organización de ningún tipo es imposible trabajar. El segundo servicio llega hasta aquí. @albertochicote: “Siento tener que decirles que va a ser imposible que saquemos más cosas a partir de ahora” #PesadillaLegado https://t.co/zhxEliuxlz pic.twitter.com/IxNdVAKYox
— pesadillaenlacocina (@pesadillacocina) January 30, 2020
La reapertura deja buen sabor de boca
La drástica medida del presentador continuó con una bronca que hizo cambiar de opinión a la plantilla. "Me he sentido avergonzada", opinó Ana, que, junto a sus compañeros, decidió cambiar el rumbo de El legado de Andrés a partir del servicio de reapertura.
Finalmente el equipo del restaurante consiguió sacar adelante este reto, lo que dejó en Chicote un buen sabor de boca: "Evidentemente las cosas salieron bastante mejor que el otro día, aunque faltó orden, esto es fundamental", explicó.
Andrés tomó el control de las comandas… Cristina aparcó el pánico… Ana tomó las riendas... Así es como salen bien las cosas #PesadillaLegado https://t.co/zhxEliuxlz pic.twitter.com/OIFUbTpjUB
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