Brad Pitt y Jennifer Aniston: una historia de amor acabada (a la que nadie quiere ponerle el punto final)

  • Un repaso al matrimonio hollywoodiense que marcó a toda una generación.
Brad Pitt y Jennifer Aniston, en una gala por el estreno de Troya en 2004.
Brad Pitt y Jennifer Aniston, en una gala por el estreno de 'Troya' en 2004.
GTRES
Brad Pitt y Jennifer Aniston, en una gala por el estreno de Troya en 2004.

Igual que las últimas cintas de Jumanji, Men in Black, los live-action de Disney como El rey león, Aladdín o la próxima Mulán, o incluso Star Wars (si se comenzó por las precuelas), la historia de amor entre Brad Pitt y Jennifer Aniston fue la primera que vivió en directo toda una generación.

Y como todas aquellas películas, su secuela muchos años después parece más fruto de un revival colectivo de la nostalgia -que supone pensar que aún podrían volver a estar juntos a pesar de todos los indicios que apuntan en otra dirección-, que en un verdadero reboot de su romance bigger than life.

Porque el mundo se empeña en pensar que, ahora que no hay nada (ni nadie) que les impida estar juntos, ¿por qué no lo vuelven a intentar? Todo ello, claro, sin tener en cuenta los sentimientos reales de ambos -algo que visto está que no hace falta tener en cuenta-.

Y todos estos pensamientos basándolos únicamente en la necesidad casi imperiosa de que la vida vuelva a ser como era antes, aquello de "cualquiera tiempo pasado fue mejor", porque en aquel entonces el amor, la belleza y el talento triunfaban en los rostros de dos de los últimos estandartes de una forma de entender el star system hollywoodiense como un universo paralelo.

Y es curioso que nadie disfrute de la tremenda capacidad que han tenido ambos para sobrellevar toda la presión afianzando una amistad que en los últimos días, en plena temporada de premios, ha dado las imágenes que medio mundo ansiaba desde que se separasen: Pitt y Aniston sonriéndose con una ternura y una admiración plenas, protagonizando el momentazo de los premios del Sindicato de Actores (SAG).

Primero, que si el actor favorito al Oscar por su papel en Érase una vez en... Hollywood había acudido a la fiesta navideña que había preparado Aniston en su casa; después, miles de usuarios de Twitter pidiendo una pareja que les mirase como la actriz de Friends miraba a Pitt recoger su Globo de Oro.

A love story

Hace 15 años que se divorciaron pero la historia de amor de Jennifer Aniston y Brad Pitt es mucho más larga y, aunque suene duro decirlo o escucharlo, fue "creada" para nosotros.

1998. Ambos están en un momento de enorme popularidad. Ella, por encarnar a Rachel en la célebre serie; él ya cuenta con dos nominaciones al Globo de Oro, una al Oscar y ha sido "el hombre más sexy del mundo" para la revista People tres años antes. Sus representantes conciertan una cita. Eureka: surge la chispa.

Un año después, el 12 de septiembre de 1999, hacen su debut oficial como pareja en la alfombra roja de los Premios Emmy. Dos meses más tarde, 21 de noviembre, se prometen. El anillo de compromiso: medio millón de dólares. Internet, antes de Twitter, comenzando a ser un hervidero de blogs, les explota: van a ser el matrimonio del nuevo milenio.

Se casan el 29 de julio del año 2000 en Malibú. Un millón cuesta la boda. Sus mánagers se frotan las manos: ha sido la jugada perfecta. La guinda del pastel es en 2001, cuando en un capítulo de Friends aparece Brad Pitt en un personaje que odia al de su esposa en la vida real. Todo el mundo se ríe.

Los años pasan. Todos dan por supuesto que van a ser unos nuevos Paul Newman y Joanne Woodward. Pero la realidad era, según Brad Pitt contó años más tarde, que se aburrían (declaraciones por las que se disculpó). Aniston, en 2003, asegura en una entrevista: "¿Que si es el amor de mi vida? Es un gran amor, eso es seguro. Y sé que al menos tenemos algo especial".

¿#TeamAniston o #TeamJolie?

A partir de lo que ocurrió a continuación, el mundo trataría siempre a Jennifer Aniston como la víctima, siempre sería la amiga o vecina de al lado en cualquier película -así la catalogó el famoso crítico Roger Ebert- y su status de estrella parecería una casualidad (que le sigue pareciendo a algunos 30 años después aunque es una de las mujeres más poderosas de la industria).

En febrero de 2004 ella afirma que está "preparada" para formar una familia. Ese mismo año comienza el rodaje de Señor y Señora Smith, donde Brad Pitt y Angelina Jolie, "niña mala" de Hollywood, opuesta a Aniston hasta en el color de pelo, se conocen y se enamoran locamente. En junio de 2005 Brad Pitt y Jennifer Aniston anuncian su divorcio. En octubre se hace efectivo.

Entre medias, y dado que Pitt y Aniston eran el matrimonio de toda una generación, se obliga al mundo a elegir: se venden dos tipos de camisetas, las de #TeamJolie y las de #TeamAniston.

La segunda es mucho más comprada que la primera porque, aparte de que Aniston era más cercana y menos polémica, la gente prefiere verse como víctima antes que aceptar que el amor había acabado. Nadie, por cierto, le echa las culpas de todo a Brad Pitt, que en el imaginario colectivo se vio, casi a punta de pistola, obligado a elegir.

Dejan de hablarse... hasta 2008, cuando Aniston admite haber vuelto a tener contacto con su exmarido para darse la enhorabuena en ocasiones especiales. Comienza a fraguarse la amistad y para cuando se ambos se casan con sus respectivas nuevas parejas (Pitt y Jolie en septiembre de 2014 y Aniston y Justin Theroux en agosto de 2015) el mundo les sigue recordando como lo que fueron cuando estuvieron juntos pero ya nadie habla así de ellos.

Cómo ser amigos tras una relación y no morir en el intento

Hasta 2016, cuando Jolie le pide el divorcio a Pitt y él, que ha pasado por alcoholismo, adicción al cannabis y ha protagonizado un episodio de violencia doméstica, intenta levantar cabeza. Su amiga Aniston le socorre, retomando el contacto. En febrero de 2018 ella se divorcia también.

Dos años después, Brad Pitt, por lo que se sobreentiende de sus últimas entrevistas, se ha reconciliado consigo mismo y ha conseguido convivir con aquel calvario que ha sido la fama. Jennifer Aniston lleva 15 años siendo una de las 10 actrices mejor pagadas del mundo.

Pitt está sobre el escenario con su premio del Sindicato de Actores. Se lo han dado, según, por papel irónicamente dificilísimo de un hombre que "se pasa el día emporrado, se quita la camiseta y se lleva mal con su mujer". Quiere añadir esto en Tinder.

Poco después, se hace viral su fotografía mirando una pantalla en el backstage de los galardones mientras Jennifer Aniston está agradeciendo también un galardón a Mejor actriz protagonista de una serie por The Morning Show.

Cuando Brad Pitt, a sus 56 años, recogió el Globo de Oro, el realizador, que sabía lo que cada espectador se preguntaba, le dio una orden al cámara: "Enfoca a Jennifer Aniston". La mirada de la actriz, de 50 años, lo decía todo e hizo soñar al mundo entero. Pero en sus ojos no había rastro de aquel amor, sino de una lealtad que, por muchos altibajos que han pasado, dura ya más de 20 años.

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