Valladolid estará desde hoy comunicada por autovía con una nueva capital de Castilla y León: Segovia.

Después de algo más de dos años y medio de obras, hoy se abrirá al tráfico el último tramo en ejecución entre Cuéllar y Gomezserracín, en la provincia segoviana.

Los vehículos podrán recorre los 113 kilómetros que separan ambas ciudades en un itinerario que, según prevé la Junta, se convertirá en alternativa a Tordesillas para llegar a Madrid.

El tiempo de viaje se reducirá en media hora para los 8.000 vehículos que circularán por la autovía a diario.

La obra ha sido realizada por empresas privadas a las que la Junta pagará durante 35 años con el sistema llamado peaje en la sombra.

La vía se dividió en dos tramos: Boecillo-Cuéllar y Cuéllar-Segovia. En el primero la Junta abonará 0,035 euros por cada kilómetro que recorra un coche. En el segundo, 0,0427 euros.

De momento, la administración regional ya ha invertido 120 millones directamente para hacer las variantes de los municipios y tiene previsto destinar 251 millones hasta el 2020 para pagar el peaje.

O, dicho de otra forma, cada vez que un coche recorra los 92 kilómetros ejecutados ahora, la Junta tendrá que pagar 3,5 euros.

El pasado mes de julio ya se pusieron en servicio los 43 kilómetros entre Valladolid y Cuéllar. Esta carretera, llamada autovía de Pinares, ha supuesto la construcción de 71 pasos, de los cuales, 47 son sobre la nueva infraestructura y 24 por debajo, y tres viaductos.

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