El Estatut, para septiembre

Por los derechos históricos. El Estatut sufrió ayer su más grave revés que, con toda seguridad, acabará por posponer su aprobación hasta el próximo septiembre.
Mas y Maragall se saludan antes de la reunión de ayer.
Mas y Maragall se saludan antes de la reunión de ayer.
Toni Albir /EFE
Mas y Maragall se saludan antes de la reunión de ayer.
La de ayer fue una jornada con numerosas reuniones en un intento desesperado de desencallar las divergencias entre el PSC y el bloque que han configurado Esquerra y CiU.

El PSC anunció que no podrá votar mañana a favor del texto que salga de la ponencia parlamentaria «si no cambian las cosas», dijo la portavoz Manuela de Madre, que acusó a ERC, su socio de gobierno, «de romper » el consenso y «hacer el juego a CiU».

El abismo se halla en la invocación de los derechos históricos que los dos grupos nacionalistas quieren que recoja el nuevo texto para blindar las competencias y evitar así injerencias de los gobiernos españoles. Los líderes de ERC y CiU insistieron en que son «irrenunciables» para dar el sí, mientras que para el PSC «no harán ganar nada» y además son una reclamación «inconstitucional». Para encontrar una salida, el president se comprometió a estudiar la introducción del concepto de competencias excluyentes.

El líder de CiU, Artur Mas, reiteró su voluntad de votar el Estatut, aunque puso cinco condiciones. Tras año y medio de trabajo, el futuro del Estatut y su calendario están en el aire.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento