La detención se ha producido en el marco de la labor de investigación que la Policía Nacional realiza como encargada del control e inspección de los distintos establecimientos de compra-venta.

La Policía Nacional detectó que varias joyas habían sido vendidas al establecimiento por una persona que no tenía nada que ver con las inscripciones que figuraban en las piezas.

Los investigadores averiguaron la identidad de la vendedora de las joyas y consiguieron determinar que trabajaba como empleada de hogar los fines de semana al cuidado de una mujer de 91 años y que realizaba las ventas en una casas de compra-venta durante la semana.

Como consecuencia de las investigaciones, los policías, una vez acreditados estos hechos, procedieron a la detención de la mujer, de 48 años y nacionalidad rumana, como presunta autora de un delito hurto. Además, la Policía Nacional logró recuperar el conjunto de piezas valoradas en 5.000 euros y las devolvió a su legítima propietaria.

Desde Policía Nacional han explicado que este tipo de hurtos en domicilio son muy difíciles de detectar ya que los robos se alargan en el tiempo y sobre piezas que normalmente no son utilizadas por las víctimas, salvo en ocasiones muy concretas. Además, "la confianza que se supone entre empleadora y empleada hace que sea difícil que la víctima sospeche en primera instancia de su asalariada", ha expuesto el cuerpo policial en un comunicado.