«A mi hijo le llaman negro de mierda, negro cabrón y nos dicen que esto no es la jungla».

Son algunos de los comentarios que Juanita Nfomo Esema y sus dos hijos reciben, supuestamente, de la familia que vive en el piso de arriba.

Llevan de alquiler en San Francisco Javier (Nervión) desde hace cuatro años, cuando se vinieron todos de Canarias. Ahora, la familia piensa en mudarse otra vez.

Al poco de llegar «encontré la terraza y la ropa tendida salpicada de lejía», dice. Cuando habló con su vecina «me dijo que sufría lo mismo de los de arriba (en el décimo viven sus caseros)». Juanita y su marido hablaron con su casero y éste interpuso una denuncia contra sus vecinos. Su marido acudió como testigo. Desde entonces, la situación ha ido .a peor

Agua fuerte

El 8 de junio de 2007, su hijo mayor cumplió 18 años. «Al poco de llegar a casa lo escuché gritar: ¡mamá no puedo respirar! Estaban tirando agua fuerte por su ventana», dice. Todo acabó en denuncia y están a la espera del juicio.

Los comentarios racistas vinieron después. Según su abogado, Alberto de los Santos –que ha pedido una orden de alejamiento–, hay testigos. El menor (7 años), «quiere ser blanco como su padre para que no lo llamen negro», comenta Juanita.

El último suceso ocurrió el sábado en el portal. «Una de las hijas de este matrimonio me impidió el paso diciéndome ‘tú que miras negra’. Le dije que se quitara y la otra agregó ‘tú es que no te lavas’. Les contesté. Me destrozaron la blusa y me arrancaron varias trenzas. Yo me defendí». Hay otra denuncia. Su marido dice que se contuvo «por no llegar a cometer un asesinato».

Mientras, sus vecinos, que afirman que «nunca los hemos insultado», mantienen que el altercado del sábado lo originó Juanita: «Llamó ‘putas’ a mis hijas. Les pegó una paliza y han tenido collarín».

Por eso, han interpuesto una denuncia contra ella, la segunda. La primera llegó cuando una de sus hijas vio cómo «su hijo mayor y su padre rajaban» las ruedas de su coche. Juanita «va de víctima» y las «provocaciones son continuas», dicen. «Miran de forma desafiante, en tono chulesco...».

Aseguran que «si hay un problema de racismo que pongan una denuncia» y que los problemas de vertidos de lejía y agua fuerte «vienen» del décimo piso, del de los caseros de Juanita.

Evitar «actitudes xenófobas»

La Asociación de Mujeres Progresistas de Sevilla ha ofrecido su «total apoyo» a Juanita y su familia, puesto que situaciones de este tipo «no se pueden consentir», según declara Alicia Vañó, su presidenta.

Además, solicita que los autores de los comportamientos xenófobos «no queden impunes».

Asimismo, desde la organización que dirige pide a los jueces españoles que sean «sensibles» y dicten sentencias que sirvan de «ejemplo» para evitar que en el territorio nacional «se produzcan más actitudes xenófobas».

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