Pablo Casado defiende el pin parental. También lo hace el presidente de Murcia, el popular Fernando López Miras, que incluso ha dicho que la propuesta es del PP. Pero está claro que en las autonomías con gobiernos del PP y Ciudadanos no hay unanimidad sobre esa medida, lo que provoca muchos recelos en Vox. Principalmente porque de ellos depende la aprobación de los presupuestos regionales.

Cierto es que la dirección nacional de Cs -ahora ejercida por una gestora-, a través de Inés Arrimadas no dejó muy clara la posición del partido respecto a este asunto, dejando campo libre para que sea a nivel autonómico donde se decida.

Con todo, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio (PP), dejó bastante claro que ellos ni quieren ni necesitan pin parental: "Con 1.240.000 alumnos, 53.000 docentes y 1.200 centros tenemos constancia de una queja por escrito y dos a través de Twitter. Fue la inspección y comprobó que no había pasado nada".

Ese es el camino que en su momento eligieron tanto Isabel Díaz Ayuso como Ignacio Aguado. Ambos están en contra del pin, y de hecho, ni siquiera se recoge en el acuerdo con Vox. A pesar de esto, Rocío Monasterio dejó caer que las cuentas dependerán de que se acceda a esta medida.

En Andalucía, la situación es similar. Vox apuntó que el presidente Juanma Moreno ha garantizado que mantendrá el pin parental en la comunidad. En cambio, el consejero de Educación, Juan José Imbroda (Cs) se suma a las tesis de Ossorio en Madrid. Las quejas, dice, son "aisladas" y aboga por "reforzar la inspección".

"Tiene que ser así porque está firmado y si se incumple habrá repercusiones, habrá problemas que no vamos a anticipar", sostuvo Alejandro Hernández, portavoz de Vox en el Parlamento andaluz. De momento, están a la espera. Ayuso, Moreno, Aguado, Imbroda, Ossorio. El pin parental está en boca de todos, pero no todos piensan lo mismo. Y mientras, los presupuestos esperan.