La organización agraria ha explicado que la primera fase de la borrasca ha dejado daños en los cítricos por caída y rameado, sobre todo en variedades tardías de naranjas o en el caqui aún pendiente de recolectar, además de la rotura de invernaderos, fundamentalmente de hortalizas o viveros, en algunas zonas de la Comunitat Valenciana donde más se han notado los efectos del viento.

En algunos sectores, según ha indicado en un comunicado, se detecta la caída de fruta a tierra y las consecuencias del rameado en la misma, con "daños en cantidad y en calidad y la consiguiente depreciación comercial para sacarla al mercado", ha lamentado la entidad, al tiempo que ha señalado que "también pueden existir problemas por la rotura de infraestructuras agrarias", según indica el balance provisional de La Un de Llauradors.

La asociación considera "prematuro" evaluar los daños porque el temporal continuará en el transcurso de las próximas horas. No obstante, según han explicado, "las lluvias de las últimas horas han resultado en general positivas para el campo valenciano".

"Han servido para recargar acuíferos y embalses, ahorrar riegos durante los próximos días, limpiar los árboles ante posibles enfermedades o plagas y regenerar los pastos para el ganado, entre otras cuestiones", ha asegurado.

Para los cultivos de secano, ha explicado la Unió, "son muy importantes también estas temperaturas frescas porque no ha llegado a helar y los cultivos acumulan de este modo las necesarias horas-frío en esta fase invernal para su correcta evolución".