La presión que viven a diario los trabajadores del 061 de Granada los tiene en una situación laboral límite. En los últimos seis meses, la mitad de la plantilla de teleoperadores se ha dado de baja por ansiedad o han pedido una reducción de jornada. Los trabajadores aseguran que, al estrés habitual de su trabajo, se le suma la falta de personal y la actitud demasiado controladora del supervisor.

«Dos empleados han tenido que ser atendidos en la propia sala por los equipos médicos con una crisis de ansiedad», explica uno de los representantes de los trabajadores en el comité de empresa. De los 25 operadores que atienden el servicio, siete se han dado de baja, seis han pedido reducción de jornada y otros dos han dejado su puesto.

Esta situación ha motivado la llegada de personal nuevo, pero con más precariedad -algunos están contratados por días- y sin la cualificación necesaria. Por eso, en muchas ocasiones son los trabajadores veteranos los encargados de darles las pautas básicas sobre el funcionamiento del servicio, lo que aumenta su carga de trabajo y estrés.

Además, los trabajadores se ven obligados a justificar minuciosamente los motivos por los que se retrasan en responder a una llamada -el máximo estimulado es de siete segundos- o por qué alguna se ha quedado sin atender. Según denuncia una de las operadoras de este servicio, les exigen justificar «hasta cuando nos levantamos para ir al servicio».

Sin embargo, un portavoz del 061 asegura que estos tiempos «estrictos» son los acordados con Qualitel, la empresa que tiene subcontratado el servicio en Granada, para ofrecer el máximo de calidad al atender las emergencias. La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias de Andalucía asegura no tener constancia de que tengan falta de personal.

Como una venta telefónica más

La gestión de emergencias del 061, como las del 112, están subcontratadas a una empresa de venta telefónica desde principios de los años 90, según han denunciado los representantes de los trabajadores de ambos servicios.

Así, el personal que atiende y gestiona las emergencias no pertenece al Servicio Andaluz de Salud, una parcela que sólo está reservada al personal sanitario. Los empleados llevan años exigiendo ser personal de la administración andaluza.

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