Escandalizó en 2002 a la Pasarela Cibeles rodeando a sus modelos con sogas y escondiándolas bajo capuchas de reos, una anécdota a la que el diseñador debe parte de su popularidad en los círculos profanos. Para el resto, la carrera de este malagueño constituye una brillante exhibición de audacia que se ha convertido en referencia para nuevos creadores. Este martes protagonizó uno de los desfiles más concurridos de la nueva edición de la Cibeles Madrid Fashion Week.

¿Cuál es el hilo conductor de tu colección?

Se llama diastema, que es como se denomina a la separación de los dientes. Fue por algo que me ocurrió hace unos meses atrás, y me di cuenta de que durante el proceso de preparación de una colección hay muchas separaciones. Ese espíritu se traslada ahora a la ropa, en la que prima la gasa de color carne, la camisa con pliegues o colores que dan la impresión de que está compuesta por piezas separadas. Hay mucha sutileza en las prendas y hay, además, una separación clara de lo que han sido mis colecciones anteriores. Por ejemplo, la mujer ya no es tan ambigua, sino que se tiene más en cuenta su cuerpo. Se marca la cintura, sus formas, se añaden collares, rubíes...

¿Y la joya de la corona es...?

Me encanta la americana de hombre que parece que se levanta y se convierte en body, recuerda a las prendas de los bebés. También los pequeños detalles, como los apliques en las solapas con cuchillos (muestra un pequeño broche con forma de navaja y unas gotitas de sangre junto a él), calaveras... Las calaveras son un motivo que se repite en mi ropa.

¿Le ayudó o le perjudicó darse a conocer ante el público como el diseñador que ponía sogas y capuchas a sus modelos?

Cuando cuento aquello fuera de España, la gente se ríe, alucina. ¡Esto sólo puede pasar aquí! Aquella puesta en escena, el estilismo, estaba muy influenciada por el ambiente cinematográfico, que a mi me encanta, estaba llena de fragilidad dramática. No se puede vivir pensando en susceptibilidades, yo me siento libre para crear. En cualquier caso, aquel episodio fue algo anecdótico y sigo adelante trabajando con perseverancia. Tu capacidad luego la demuestras con tu trabajo y las colecciones que han venido después.

¿Te vas a escapar para ver algún desfile?

Me encantaría ver el de Carlos Díez. Ayer vi sólo uno, el de Duyos. Me gustó.