El Bahía de Porto Santo, un barco rampero de 33 metros de eslora, con una tripulación de catorce personas, entre ellas seis gallegos, fue liberado después de haber sido retenido el miércoles pasado por militares armados que tomaron la embarcación y prohibieron su salida de Nuadibú, en el norte de Mauritania, país que sufrió en agosto un golpe de Estado.

Iglesias afirmó que el barco fue liberado tras la mediación de las autoridades españolas y subrayó que uno de los militares de Mauritania que estaba a bordo le dijo: "finito problema". El capitán, hijo de un conocido armador de Poio, que alterna el mando del buque con su hermano, dijo que la empresa familiar no tuvo que pagar ninguna multa, aunque le ha sido impuesta una sanción de 44.000 euros por presunta pesca ilegal.

Acuerdo pesquero

Indicó que en el momento del apresamiento, los militares le expresaron su intención de controlar caja por caja el peso de unos 4.000 kilogramos de capturas que transportaba, y precisó que ese tipo de procedimiento hubiera supuesto, a altas temperaturas de hasta 40 grados, que "la pesca se habría podrido en poco tiempo".

Las autoridades españolas están seguras de que el acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania se aplicará, pese a la amenaza de sanciones lanzada hoy por los Veintisiete a los autores del golpe de Estado de agosto en el país africano.

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