A pesar de todo, unos 20.000 alumnos han tenido que comezar las clases en alguno de los 940 módulos prefabricados, 144 más que el curso anterior, que el departament d'Educació ha instalado de forma provisional a la espera que se finalicen las obras de los centros afectados.

Ya sea en edificios o en barracones, lo cierto es que las imágenes de niños despidiéndose de sus padres para ir, con más o menos alegría a la primera clase del curso después de las largas vacaciones de verano se han repetido en la mayoría de colegios catalanes.

Los estudiantes catalanes, que han sido los últimos del conjunto de España a reprender la rutina escolar, han empezado un curso que puede ser movido, debido a que los principales sindicatos docentes, USTEC-STES, ha amenazado con convocar otra huelga general en protesta por la Llei d'Educació, en trámite parlamentario.

A lo largo del primer trimestre también empezarán a funcionar los Espacios de Bienvenida Educativa en Vic y Reus, en los que se acogerá, de forma temporal y previa a su escolarización, a menores inmigrantes de 8 a 18 años con el objetivo de facilitar su posterior integración en el sistema educativo.