El conocido bloque Llavors de Barcelona se enfrentaba este lunes a su quinto intento de desahucio, pero gracias al nuevo Decreto de Vivienda de la Generalitat, que protege a las familias vulnerables de la especulación,  la ejecución de las seis familias fue suspendida. 

El bloque, situado en la calle Lleida 38 del barrio del Poble Sec, es el primer caso de un desahucio parado gracias a la orden de un juez que exige a un gran propietario (en este caso el fondo buitre Vauras Investment) a ofrecer un alquiler social a las familias. 

Hasta este momento, Vauras Investment siempre se ha negado a sentarse en una mesa de negociación. El portavoz del Sindicat de Barri del Poble Sec, Sílvio Covolo, ha explicado a 20minutos.es que el fondo tiene hasta el viernes para ofrecer a las familias un alquiler social y que ahora "no tienen ninguna otra opción porque es la ley". Sin embargo, por ahora, ningún habitante del Bloque Llavors ha recibido una oferta. 

Pablo, vecino que lleva siete meses viviendo en el bloc Llavors, ha confirmado este miércoles por la tarde que "todavía no han recibido ninguna oferta. El Ajuntament no nos ha dicho nada y nosotros estamos a la espera de que nos ofrezcan un alquiler social, tal y como dicta el nuevo decreto de vivienda de la Generalitat y ha ordenado el juez"

Covolo considera que este hecho "es una victoria para el movimiento de la vivienda" pero que sigue siendo un "parche". Desde las diferentes plataformas han estimado que miles de familias de Cataluña se verán beneficiadas y utilizarán el Decreto "para hacer presión" siempre que puedan. 

Dos años de resistencia

Las seis familias del bloque Llavors llevan viviendo en el edificio desde hace dos años. Algunas de ellas monoparentales con menores a cargo, decidieron ocupar el bloque cuando se estaba vaciando para ser remodelado y así poder ser vendido a "precios desorbitados", explican des del Sindicat de Barrio del Poble Sec.

A lo largo de los dos años, todas ellas intentaron negociar repetidas veces con la propiedad y el Ajuntament para llegar a una solución. Sin embargo, nunca se les facilitó un alquiler social y algunas familias afirmaron que, incluso, se las dejó fuera de las mesas de emergencia "sin ninguna justificación".

Después de cuatro intentos de desahucio, el bloque se ha convertido en todo un referente dentro del movimiento de la vivienda digna en Barcelona y ha conseguido reunir a más de 100 personas concentradas en algunos de sus intentos. Siempre con fuerte presencia policial, algunos de ellos acabaron con forcejeos y golpes de porra a los concentrados.