Los 16 artefactos estaban en el maletero del coche que, cinco días después de la matanza, Scotland Yard encontró en el aparcamiento de la estación de Luton, cerca de Londres. Contendrían además gran cantidad de clavos para hacer efecto de metralla y provocar más daño.

Al menos tres de los terroristas viajaron en coches alquilados desde Leeds, al norte del país, hasta Luton. Allí se reunieron con el cuarto terrorista y tomaron un tren que les llevó a la estación de King’s Cross, donde se dispersaron. Entre esta estación y Rusell Square explotó un artefacto. Otros dos en las estaciones de Aldgate East y en Edgware Road, y un cuarto hizo explosión en un bus.

La Policía informó ese día, 12 de julio, del hallazgo de explosivos en un vehículo. Los agentes cerraron la zona y llevaron a cabo varias detonaciones controladas. Ese día también se registraron seis casas en Leeds y en una había «muchos» explosivos.

Luton fue ayer de nuevo noticia por la detención de un hombre en su aeropuerto por una falsa alarma. El detenido, cuya identidad no se divulgó, iba a tomar un vuelo rumbo a Nîmes (Francia). El vuelo fue retrasado para un registro pero finalmente se le autorizó para despegar. A las pocas horas, el hombre fue puesto en libertad.

Blair, con la alianza de civilizaciones

El primer ministro británico, Tony Blair, respaldó ayer la propuesta de su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, para crear una alianza de civilizaciones con la que hacer frente al terrorismo. En un encuentro mantenido en Londres, ambos afirmaron que el integrismo islámico es una amenaza global e independiente de la presencia de tropas en Irak y que la mencionada alianza podría estar lista en unos meses.

«Su muerte es un asesinato»

La familia del joven brasileño a quien la Policía británica mató de ocho disparos, tras confundirlo con un terrorista, declaró ayer que «su muerte no es un error, es un asesinato y un crimen». Su prima, Patricia da Silva, con quien vivía el fallecido, dijo que «era buena persona, honesto y trabajador» y que estaba en el Reino Unido de forma «legal».