El Gobierno actuará prioritariamente en Montejurra, Sangüesa, Zona Media y Pirineo ante el riesgo de despoblación

El Gobierno de Navarra deberá actuar prioritariamente en las comarcas del Montejurra, Sangüesa, Zona Media, Pirineo y Prepirineo ante los posibles riesgos de despoblación en el medio rural. Así se desprende del 'Diagnóstico de las desigualdades territoriales en Navarra: retos y propuestas', un informe elaborado por el Observatorio de la Realidad Social, de Planificación y de Evaluación de Políticas Sociales, dependiente del Departamento de Derechos Sociales, que analiza las desigualdades territoriales, demográficas, laborales, sociales y competitivas de las diferentes comarcas de Navarra.

El estudio ha sido presentado en rueda de prensa por el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, que ha estado acompañado por el director general del Observatorio de la Realidad Social, de Planificación y de Evaluación de Políticas Sociales, Luis Campos, y por el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mª Rodríguez.

Ciriza ha destacado que "aunque en términos generales el número de habitantes en Navarra se incrementa y no podemos hablar de un grave problema de despoblación, existen zonas más vulnerables, donde se ha detectado ya un retroceso poblacional como son, por ejemplo, el Pirineo y las Améscoas". "Nuestra actuación en este sentido es fundamental y es preciso apostar por intervenciones tales como los proyectos de emprendimiento innovador para jóvenes, la creación de espacios de innovación rural o las Smart Villages, entre otras", ha dicho.

Este estudio se ha centrado en tres desigualdades de calado social: despoblación, empleo y políticas sociales. No obstante, en la construcción de la desigualdad intervienen más vertientes. Según Luis Campos, en el conjunto de las variables se observa "cómo la cohesión territorial no sólo no está garantizada, sino que en algunos aspectos aparecen situaciones de vulnerabilidad para algunos territorios que debieran exigir políticas específicas y sectoriales para evitar una mayor fragmentación de oportunidades".

DESIGUALDADES TERRITORIALES Y DEMOGRÁFICAS

Navarra se estructura a partir de ciertos núcleos de población que ejercen como cabeceras de comarca, dando lugar a cierto policentrismo. Pamplona y la cuenca tienden a concentrar el mayor peso demográfico de Navarra, ya que representan más del 50% de toda la población de la Comunidad foral. Junto a la capital, existen otros núcleos, vinculados mayoritariamente a ejes de comunicación estratégicos, que mantienen su desarrollo. En cierta medida, quienes no están en estos ejes son las zonas con más debilidades territoriales, han expuesto.

La Unión Europea sitúa el riesgo de despoblamiento en una densidad de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. En Navarra hay dos comarcas muy por debajo, Pirineo (4,1 habitantes por kilómetro cuadrado) y Prepirineo (7,7), y otras que se acercan a este umbral de riesgo: Arga Valles (19,9), Sangüesa (14,3) y Larraun (18,8).

No obstante, han detallado, es preciso tener en cuenta que la densidad de población es una estadística que exige una reflexión más profunda y que incorpora variables ocultas, por ejemplo, en la comarca Ega Montejurra, si se elimina el municipio de Estella, la densidad de población se sitúa en 16,1 habitantes por kilómetro cuadrado, pasando a ser una zona de actuación prioritaria.

En relación al envejecimiento, las comarcas con peores datos coinciden en gran medida con las que tienen mayor grado de despoblación y menor densidad: Pirineo, Sangüesa y Ega Montejurra.

Otro foco de atención es la diferente pérdida del peso de la denominada población soporte (aquella que soporta la estructura social, demográfica y económica de la zona donde vive; son los que generan la economía y, a su vez, cargan sobre su responsabilidad el cuidado de hijos y mayores). Según se recoge, las mujeres han emigrado en mayor medida a desarrollar su vida activa y laboral en espacios que les reportan mayores oportunidades de desarrollo profesional.

La inmigración es otro factor determinante en la configuración de las estructuras demográficas de los municipios navarros. Las zonas más vinculadas a la agricultura y a la industria de transformación agroalimentaria son las que reciben, proporcionalmente, el mayor número de personas inmigrantes. Aquí las comarcas de Ribera Alta y Ribera son las que mayor porcentaje de población nacida en el extranjero tienen, debido a ello, "el fenómeno de la despoblación no les afecta de manera directa", pero, según han comentado, habrá que tomar medidas y acciones para mejorar la convivencia y la integración de esta población.

Finalmente, en lo que respecta a la masculinización de la población rural, ésta se produce principalmente en las edades jóvenes e intermedias, debido a la existencia de una importante emigración femenina en dichas edades propiciada, en parte, "por la falta de igualdad respecto al trabajo productivo y reproductivo, y facilitada por su mayor nivel educativo".

DESIGUALDADES LABORALES

En lo que respecta al empleo, la distinta especialización productiva de las comarcas explica las principales diferencias territoriales en el ámbito laboral.

En la zona de la Ribera, con un fuerte desarrollo del sector primario y, en consecuencia, de la industria agroalimentaria, se concentran los niveles de paro más elevados. A los efectos de la crisis se suma la falta de desarrollo de otras actividades industriales y, especialmente, del sector servicios, que podría haber asumido en gran medida el desempleo, con marcado carácter femenino, generado en la última década en la zona, expone el Ejecutivo.

Como contrapunto, en zonas como la Sakana, en la que la industria manufacturera ha tenido tradicionalmente una presencia importante, "el empleo ha vivido una recuperación muy importante en los últimos años". No obstante, se ha centrado casi exclusivamente en el sector industrial, en gran medida masculinizado. Este proceso, que podría haberse dado igualmente en la Comarca de Pamplona, ha tenido menos incidencia en el desempleo femenino por un mayor desarrollo del sector servicios y, en gran parte, por una mayor diversidad productiva que da lugar a la incorporación de perfiles más dispares, ha añadido.

En relación a las políticas sociales, los niveles de pobreza y las rentas medias bajas se concentran con mayor intensidad en comarcas como la Ribera, Ega Ribera Estellesa y Ribera Alta. Además, existe una desigual demanda territorial de los sistemas de protección social y por desempleo (servicios y prestaciones).

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