A pesar del baile de fechas sobre el momento para hacer el anuncio de los miembros de su nuevo Gobierno, Pedro Sánchez tenía muy claros los nombres de un Ejecutivo en el que, frente al perfil técnico y desconocido de algunos de sus ministros, ha asegurado que todos tienen un gran peso político, que incluso sorprenderá.

Sánchez se ha referido en concreto a los nuevos ministros de Asuntos Exteriores, Arancha González, y de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en una conversación informal con los periodistas en Moncloa, donde ha asegurado que desde el principio tenía claros los nombres, y que si ha tardado más días de los que en principio se esperaban para anunciarlos se debe, ha dicho, a los cambios en la estructura del Gobierno. 

Sánchez ha pedido este domingo comprensión ante el hecho de que habiendo sido investido el martes pasado no era posible tener ya todo su Gobierno dos días después. En todo caso, tampoco ha desvelado si en los últimos días alguna persona le ha dicho que ‘no’, tal y como le sucedió en la anterior ocasión, cuando por ejemplo Elvira Lindo rechazó ser ministra de Cultura.

Entre los miembros más desconocidos de su nuevo Gobierno, Sánchez también se ha referido al perfil de la nueva ministra de Política Territorial, la canaria Carolina Darias, a la que desde esta nueva cartera corresponderá la relación con las comunidades autónomas y, por ejemplo, organizar la Conferencia de Presidentes que Sánchez está comprometido a celebrar todos los años.

Reunión con Torra

Para Sánchez, estos cometidos son ya suficientemente importantes, porque, según ha dicho, Cataluña no lo es todo. En todo caso, la previsión es que él mismo y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, seguirán llevando el peso de la negociación política con la Generalitat, que empezará en breve.

Según el acuerdo entre el PSOE y ERC, la Mesa de diálogo entre gobiernos echará a andar 15 días después de quedar conformado el Gobierno. Este domingo, Sánchez ha afirmado que su reunión con el presidente catalán, Quim Torra, sigue sin tener fecha ni lugar -Madrid o Barcelona-, pero también que no tiene inconveniente en verse con Torra antes de la primera reunión de la Mesa, tal y como quiere el presidente catalán.

Sin desencuentros con Iglesias

Sánchez ha comunicado este domingo oficialmente al rey la composición de su Gobierno. Lo ha hecho por teléfono, un día antes de que este lunes los 22 ministros juren o prometan sus cargos ante Felipe VI y el martes celebren su primer Consejo de Ministros, en el que Sánchez ha avanzado que aprobará el decreto de estructura, también con secretarios de Estado, pero no ha querido desvelar si ya habrá alguna medida de calado político, como las decisiones sociales que ya se esperan del nuevo Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

En todo caso, así empezará a caminar un Gobierno que entrará en terreno desconocido, el de una coalición que, si ni siquiera ser todavía oficial, ya en los primeros días ha dado señales de cierta competitividad por el anuncio de ministros y otros altos cargos.

Sánchez ha negado este domingo que vaya a ser así. A la pregunta de si espera desencuentros, ha contestado que la espera, pero “con la oposición”. El presidente ha querido desmentir polémicas por la composición del Gobiero, después de que a Iglesias le pillara por sorpresa la creación de una cuarta Vicepresidencia, para la socialista Teresa Ribera. Según ha dicho, el acuerdo con Iglesias era que Unidas Podemos nombraba a sus carteras, que después se insertaban en la estructura general del Gobierno.

Además, ha asegurado que Iglesias y los ministros de Unidas Podemos tendrán exactamente la misma consideración dentro del Gobierno que los del PSOE y trabajarán dentro de él de la misma manera. Muestra de ellos, ha dicho, todos irán a Bruselas cuando les corresponda o habrá los viajes oficiales que tengan que hacer.