Según ha explicado la vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera insular de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Bel Busquets, esta iniciativa tiene una doble motivación, por un lado, hacer un "canto" por los derechos humanos y, por otro, reivindicar la protección del patrimonio.

Con respecto a la defensa de los derechos humanos, Busquets ha recordado, tras participar en el encendido de la torre del Castillo de Bellver que "en este momento hay mucha gente que muere huyendo de sus países, de una realidad que les es contraria en busca de un mundo mejor y, en cambio, se encuentran unas costas que no siempre tienen las manos abiertas".

Por este motivo, ha reiterado que "Mallorca es tierra de acogida y tiene los brazos abiertos". Además, ha señalado que "la Isla quiere que los conflictos del norte de África y de Oriente Medio terminen y, si no es así, acoger a las personas que huyen de las guerras y del horror".

En Mallorca han participado de la iniciativa unas 54 torres, talaias y talaiots. El encendido se iniciado en Sa Dragonera y el resto de puntos se han ido sumando como se hacía en el siglo XVI.

Mientras que, en la isla de Menorca se han encendido una trentena de puntos. Además, la iniciativa también se ha llevado a cabo al otro lado del Mediterráneo, con el encendido de puntos en Marruecos y Túnez.

También a esta iniciativa se han sumado las campanas, que han repicado como lo hacían cuando en el pasado tenían que avisar de la llegada de los piratas.