El líder norcoreano, Kim Jong-il, fue operado de un derrame cerebral a mediados de agosto y se encuentra actualmente en estado estable, asegura este jueves el diario surcoreano JoongAng Ilbo, a pesar de los desmentidos del gobierno norcoreano.

El funcionario cree que el estado de salud de Kim está mejorando, aunque es difícil de determinar su estado por tratarse de una operación cerebral, y dijo que médicos chinos permanecen en Corea del Norte para tratarlo. Un informe de la agencia de inteligencia surcoreana informó ayer miércoles de que Kim Jong-il se encuentra en "estado recuperable" después de haber sufrido una "hemorragia cerebral o un derrame".

La ausencia de Kim de las celebraciones del 60 aniversario de la fundación de Corea del Norte desató las especulaciones sobre su estado de salud.

Kim, aquejado de diabetes y de problemas de corazón, fue visto por última vez en público el 14 de agosto.

Dolor por su hijo

El diario surcoreano especula con que la causa de la recaída del líder norcoreano podría ser el dolor sufrido por el estado de salud de su tercer hijo, Kim Jong-un, de 24 años.

De acuerdo con el diario, un experto europeo en asuntos norcoreanos que reside en Japón dijo que la recaída de Kim fue debido al impacto recibido por la posibilidad de que su hijo se encuentre en estado crítico.

Se sospecha que el hijo podría haber sufrido un accidente de tráfico o estar lesionado por practicar deportes de riesgo y que dos cirujanos de un hospital de París viajaron a Pyongyang a finales de agosto para tratarlo, según ese experto citado por el diario.